¿Quién no ha soñado con ir a Disney o Universal Studios para recorrer cada rincón y ser un niño/adulto? Imagino que para muchos eso es un sueño que ven lejano, yo también veía imposible pero pude ir, y ser una cabra chica otra vez.
Siempre me han gustado los juegos, pero como vivo en Chile solo conocía Fantasilandia, Los juegos Diana y los juegos de la playa, por eso mi idea de ir a Disney y Universal parecían un destino perfecto, porque claramente esos parque se veían de «verdad».
Cuando viajé a ver a mi amiga Babtakie a L.A, lo único que le dije que quería hacer era: ir a Disney, ir a Universal e ir a Las Vegas. Puro juego, diversión y locura.
El primer día que llegué mi amiga me llevó a Universal, ese día eran la entrega de premios Oscar, quise ir a mirar si veía alguna celebridad, pero tenían todo cercado y era imposible, así que ir a Universal definitivamente era un mejor plan.
Fue maravilloso porque había de todo, cada atracción basada en una película tenía una tienda llena de cosas relacionada con la peli y el juego, con souvenirs de todo tipo que es imposible no quedar pobres.
Más allá de contarles la descripción de cada juego, quiero contarles cómo fue la sensación, porque de eso se trata. Cada juego es una explosión de tecnología 3D, 4D, 5D, mil D. La mayoría de los juegos son unas salas cerradas donde te entregan lentes 3D, te suben a un carro que se mueve en un espacio limitado pero con velocidades variadas, rodeado de pantallas gigantes que te van mostrando una aventura en la que eres partícipe. Por ejemplo en el juego de los transformers tu vas en un carro y cada vez que hay una explosión virtual, tu sientes el calor del fuego y el olor a petróleo; Cada vez que caes de un edificio, el carro gira y te deja inclinado, lo que da la sensación de estar cayendo y a esto le añaden viento… o sea ¡estás cayendo!
Esa dinámica se repite en muchos juegos por lo tanto el despliegue tecnológico es increíble, es alucinante y más encima te sientes parte de la «peli». Ni parecido a Fantasilandia, aunque debo reconocer que amo el vértigo, las montañas rusa y las caídas libres, y la sensación de vivirlo en la realidad, no virtualmente, me agrada más, pero esto igual es otra cosa, porque se le suma la cercanía que uno tiene con cada juego ya que la temática es algo que uno admira de verdad, sales del juego y te cruzas con miles de souvenirs que quieres tener en tu casa, en Fantasilandia me importa un bledo tener una pelota con el logo estampado… pfff.
Lo mismo pasa en Disney, fui dos veces a Disney, acá me saque fotos con cuanto personaje se me apareciera, en el desfile donde pasan los personajes en carros alegóricos casi lloro, no podía creer que estaba ahí. Los juegos no son muy divertidos (Disney de L.A, no sé cómo es el de Orlando), son juegos pensados para disfrutar en familia, así que mucho vertigo no hay, pero son notables. Cada juego está bien armado, cada vez que estás en la inmensa fila esperando tu turno, ya es una aventura de inmersión, porque el solo hecho de estar en la fila es genial, todo decorado según el juego. Por ejemplo en Indiana Jones, desde que entras tu estás dentro del templo, cada vuelta puedes sentirte parte de la aventura, como si tu estuvieras llegando al tesoro. Cuando llegas a subirte en el jeep, quienes te reciben están dentro de sus personajes, vestidos de safari, invitándote a ayudar a Jones. No sentí vértigo, pero sí sentí emoción, vi a Indiana Jones saltando los muros, arrancando de la roca, corriendo y yo lo acompañaba… Eso se siente, en cada juego, te sientes como dentro de una escena de la peli, tú como compañero de aventura, es increíble.
Todo es así, ir ahí es mágico, se pasa la raja, y es perfecto para quienes aman la animación, los cómics, las películas y todas esas mentorias, porque se pasa genial, tanto así que parece irreal.
Disney eso sí está lleno de niños, lo cuál me importó un bledo, me subí a los juegos más «de bebé» (es que estaba la universidad de Monster INC y estaba habilitado para niños niños, alrededor de 3 años), por lo tanto los juegos no son tan vertiginosos, hay una montaña rusa que parece fuerte pero que a mi no me hizo nada, prefiero el ciclón o el extrem fall que tenemos acá. Aunque el hotel que te hace caer mil veces de distintos pisos, The Hollywood Tower Hotel, es lo mejor de todo, me subí como ocho veces para sentir ese vértigo rico.
Universal es como mas «adulto», con juegos más rápidos y con más emoción.
De todas maneras siento que todos deben ir a ambos y ser niños, ya no es un destino imposible, hay más opciones de viajar y jamás se arrepentirán.
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