Es heavy confirmar lo que ya sabíamos o sospechábamos: nos sentimos avergonzadas de nuestra piel.
Se que esto lo hemos vivido muchos, especialmente si tenemos acné, manchas, granitos, rojeces o se nos comienzan a marcar las arrugas.
Me impresiona que esas inseguridades, las sientan más de 2000 personas, que respondieron una encuesta.
Más de 400 personas me confiaron sus inseguridades, de las cuales la mayoría está avergonzada de las manchas y el acné.
Me siento representada, porque comencé a estudiar y perfeccionarme en el cuidado de la piel porque vivo esas inseguridades.
Las manchas sobre mis pómulos y en el “bigote”, además de las marcas de acné y el acné mismo me han llevado a estudiar, probar, experimentar y compartir mis resultados para que quienes viven lo mismo.
De hecho me siento muy avergonzada cuando paso por periodos de “crisis de piel”, porque “se supone que sé” y comparto “mis conocimientos” y debiese tener piel de delfín, pero no es así.
Por esto, y después de ver sus respuestas, que es una lucha de todos, es que los invito a cambiemos esto, a dejar de decir que “tenemos imperfecciones” (debo aprender a no decirlo porque se me sale), a buscar maneras de normalizar las pieles reales, con poros y texturas.
A educarnos y a observarnos, pues la piel es un órgano muy “acusete” que nos avisa que algo está pasando internamente, y que si nos salen manchitas o acné y granitos, nos avisa que algo está pasando, ya sea hormonalmente, en nuestra alimentación, o que hay algún fármaco que nos está provocando desbalances, incluso que hay bacterias o estamos pasando por cuadros de estrés, depresión o ansiedad, nos alerta que hay una agresion externa o interna de la que debemos tomar atención y consultar con el dermatólogo para ver la causa.
La piel perfecta existe y es la que tienes, es la que te avisa que te pasa algo y te lo demuestra con granitos, manchas, rojeces y otras cosas. ¿Imagínate si no te avisara?
Lo lindo es que que podemos cuidarla y ayudarla a estar sana.
#lapielperfectaeslaquetienes
Dejemos de pensar que una piel perfecta no tiene nada.
¿Qué podríamos hacer para dejar de sentirnos así con nuestra piel?