Hace tiempo que se habla de la existencia de las asesorías de imagen en programas de «farándula fashionista». Comentan si una famosilla se vistió bien o mal en algún evento y si tiene o no una asesora de imagen que la oriente para que vista mejor. También es común que en estos programas culpen a la asesora de imagen si la famosilla en cuestión vistió mal bajo su orientación. Y con estos ejemplos (en base a lo que hablan en la TV), nos armamos una idea del trabajo de una asesora de imagen, que básicamente nos hacen entender que se trata de alguien que te dice qué vestir.
Yo me acabo de hacer una con la seca Isis Miralles (@consultoradeimagen), diseñadora de vestuario y Asesora de Imagen certificada internacionalmente en Image Academia International, Miami; Personal Shopper y especialista en Tendencias, quien me asesoró, orientó y mostró que una asesoría de imagen es mucho más que una simple «orientación de cómo vestir mejor».
La asesoría de imagen de @consultoradeimagen
La asesoría de imagen que realiza Isis consta de 3 etapas, donde una persona encuentra las herramientas para sacar partido a su cuerpo y cómo llevar esos conocimientos al estilo personal.
La idea es que sepamos vestirnos bien de acuerdo a nuestra forma sin perder nuestra esencia, sin terminar disfrazada, sino que siendo una misma.
Etapa 1: Forma y colorimetría.
Etapa 2: Revisión de clóset.
Etapa 3: Shopping.
La primera etapa: conocer nuestro cuerpo
Isis me mide. Sí, con una huincha toma mis medidas, ve la morfología de mi cuerpo, definiendo si tengo forma de reloj de arena, de triángulo, cuadrado, ovalado, etc.
Ve mis proporciones, si mis brazos son largos o cortos, si mis piernas son mas largas o cortas en comparación del torso, si mis brazos son anchos, etc., etc., pues todo influye y todo lo que nos gusta lo puede destacar y lo que no, camuflar.
Y como profesional que es, ve según esto mi proporción áurea, la relación proporcional de mi cuerpo, buscando los puntos visuales que capturan la atención de las miradas y así usarlo en mi favor para sacarme partido.
Me mostró cuál es la forma de mi cara, si es redonda, cuadrada, diamante u otra.
En mi caso tengo forma de corazón porque mis pómulos son más anchos y destacan más que la quijada y frente. Agradezco un montón esta información porque siempre estuve confundida con esta parte, nada mejor que alguien te diga cuál es y te explique las razones para entenderlo.
Midió mi cara y según esta medida, me contó cuales son mis dos puntos focales para destacarlos. En mi caso el punto de atracción visual según las proporciones áureas de mi cara se encuentra un poco más abajo del centro de la clavícula. Entonces si me pongo un collar o un pañuelo en esa altura, se genera una armonía visual que equilibra mi cuerpo.
Colorimetria
También hicimos la prueba de colorimetria en la cuál definió cuál es la gama de color que me favorece según mi tono de piel y subtono de piel. Por ejemplo los colores que iluminan mi rostro son los de la gama de OTOÑO y el dorado, con estos colores mi piel se ve más «sanita», no se ve pálida ni verdosa como suele verse con algunos colores.
Esto NO significa que no pueda vestirme del color que quiera, sino que hay colores que me favorecen e iluminan y que debería usarlos más que otros, sobretodo en la zona de la cara, que es donde se notan estos detalles.
Esta parte de la colorimetría me sorprendió mucho porque pude notarlo antes sin saber del concepto en sí, cuando me teñí el pelo gris. Me veía como zombie, super pálida y verdosa, hasta enferma y la única forma de no verme así era maquillándome mucho. Y ahora que la Isis me mostró las distintas paletas de colores, pude notar claramente la diferencia de colores y cómo «despertaba» con algunos, y cómo «me apagaba» con otros.
¿Qué busco con esta asesoría?
Con todos estos datos definidos, la Isis procedió a realizar las preguntas de rigor para entender qué busco con esta asesoría, qué imagen quiero proyectar, cuál es mi estilo y cómo visto en general, porque hay gente que quiere formar una imagen específica para el trabajo por ejemplo y para proyectarse como profesional.
En lo personal yo me siento cómoda con mi estilo, que es bien geek&chic, me gusta mezclar y jugar con estos conceptos y como diseñadora, me gusta proyectar esa imagen «creativa» que coquetea con lo femenino y fashion. Sí, es como un todo, pero lo que buscaba de esta asesoría era sacarme más partido y conocerme más, porque como decía en otra nota y con cero humildad, creía que sabía más de lo que sé, que entendía bien todo, pero no, porque una asesoría de imagen bien hecha, con una profesional que estudió cada aspecto y factor que participan en la armonía visual de un cuerpo, que sabe aplicar el conocimiento y que se preocupa hasta de medir mi cara, va mucho más allá de enseñarme a combinar dos prendas, sino que es a entender mi cuerpo, mis colores, mi estilo y sacarme partido según mis gustos y proporciones.
Ahora sé qué puntos focales destacar, fibonaccimente hablando, esos que atrapan las miradas por una cuestión de armonía visual y que puedo usar a mi favor. Sé que tengo colores que me avivan y que según mi forma y proporciones, puedo escoger prendas de mi gusto que equilibren visualmente mi cuerpo.
Esta consulta cambió completamente mi idea de lo que es una asesoría de imagen y realmente creo que todos debiésemos hacernos una.
Con esta información la Isis puede pasar a la segunda etapa de la consultoría: Revisión de mi clóset. Esta parte se las cuento en una siguiente nota.
Sólo me resta concluir que TODOS NECESITAMOS UNA ASESORIA, porque saber vestirse bien no se trata de vestir a la moda o vestir caro o «elegante», sino que vestir según nuestro gusto y estilo, nuestras proporciones y colores.
Para más información sobre una asesoría profesional y personalizada, pueden visitar el sitio de Isis Miralles en www.consultoradeimagen.com o escribir a isis@consultoradeimagen.com