Si te encanta esmaltar tus uñas una y otra vez, es obligatorio que les hagas unos cariñitos semanales. ¿Cómo hacerlo? Muy fácil…
Una vez que retires el esmalte (procura usar de los oleosos, que dañan menos la uña) ponlas en agua tibia a remojar y sigue los pasos básicos de la manicure. Puedes pinchar aquí si no te acuerdas de alguno.
Obviamente no esmaltamos, porque debemos dejar descansar la uña. Para un brillo y regeneración natural, te recomiendo pulir tus uñas, para alisar la superficie, mejorar su firmeza y evitar la formación de estrías.
En las tiendas especializadas o en algunas tiendas de retail, venden unas limas rectangulares que tienen números, solo debes pulir tus uñas siguiendo el orden de los números y listo (en caso de no tener números, sólo guíate por las texturas; debes comenzar usando desde la más áspera a la más suave en cada uña).
Para terminar, aplica aceite de cutículas y un hidratante de manos. El brillo que se obtiene al pulir las uñas, es insuperable, además de dar a tus manos un aspecto muy saludable.