Día a día usamos un saco de distintos productos orientados al cuidado personal y belleza, pero es poco el tiempo que le dedicamos a leer y revisar las etiquetas para saber con exactitud qué estamos aplicando en nuestra piel y cabello. Es muy importante tener conciencia de lo que usamos.
Se ha descubierto que en la industria de la belleza, se utilizan componentes que pueden causar desde dolor de cabeza hasta cáncer. Un alto número de las sustancias usadas en la fabricación de nuestros productos favoritos, son químicos industriales altamente tóxicos. A continuación te mostramos unos cuantos, los más dañinos:
1. Lauril Sulfato de Sodio: Se usa como limpiador para hacer los productos más espumosos y burbujeantes, es una sustancia que puede causar cáncer. Lo encuentras en los shampoos y jabones.
2. Triclosán: Se utiliza en desodorantes, antitranspirantes, limpiadores, antibacteriales y desinfectantes de manos, especialistas sugieren que interfiere con las funciones hormonales.
3. Formaldehídos: Es un conservador de cosméticos, son tóxicos y se han reconocido como carcinógenos, estos pueden ser físicos, químicos o biológicos. Actúan sobre los tejidos vivos de tal forma que producen cáncer. No deben confundirse con agentes cancerígenos, son los que pueden producir cáncer. Los Formaldehidos y sus derivados se encuentran principalmente en esmaltes de uñas y en productos de alisado permanente.
4. Parabenos: Se utilizan como conservadores en cosméticos. Búscalo en las etiquetas como ingredientes que terminen en «parabeno» como Metilparabeno. Lamentablemente, están en casi todos nuestros productos.
5. Polietilenglicol: Se usa en cosméticos de bases cremosas. Interfiere en el desarrollo físico y puede dañar el sistema nervioso central. Se encuentra en la mayoría de los productos hidratantes.
6. Butilhidroxianisol: Son conservadores y antioxidantes que se usan en maquillajes y cremas humectantes. Es tóxico para el sistema inmunológico, piel, pulmones e hígado. Puede causar reacciones alérgicas y favorecer el crecimiento de tumores.
7. Pfenilendiamina: Son los colorantes utilizados en tinturas para el cabello y aparecen en la etiqueta del producto como colores «CI» seguidos de un número de cinco dígitos. Se ha demostrado que estos alquitranes de carbón generan cáncer.
8. Dietanolamina: Hacen que los productos sean más cremosos y espumosos. Sus compuestos irritan la piel y ojos.
9. Ftalato de Dibutilo: Es un ingrediente básico en esmaltes y perfumes, aumenta la capacidad de otros químicos para causar mutaciones genéticas que producen problemas reproductivos.
10. Siloxanos: Se utiliza en los cosméticos para suavizarlos y humectarlos; causan toxicidad en el hígado.
*Mención especial al Plomo: Usualmente encontrado en labiales, el plomo puede provocar efectos tóxicos, independientemente de cuál sea la vía de exposición. La toxicidad del plomo puede afectar a cualquier sistema del cuerpo, aunque el sistema nervioso es el más sensible a la exposición a este metal. La exposición al plomo puede afectar el balance postural de los adultos y la función de los nervios periféricos. Los trabajadores que han estado expuestos de una manera crónica a altos niveles de este metal, pueden presentar los signos clásicos de envenenamiento por plomo, como una más lenta conducción nerviosa y una debilidad en el músculo extensor del antebrazo. Si aplicamos labiales con altas cantidades de plomo varias veces al día y por tiempos prolongados, corremos riesgos a largo plazo, dado que el plomo se acumula en el cuerpo y no es expulsado por este. De los análisis que se han hecho a las industrias de cosméticos, casi ninguna sale airosa de la evaluación. La normativa reguladora es simplemente pésima. Ningún producto de uso humano debería tener plomo. Según la Administración de Drogas, Alimentos y Tecnología (FDA, por sus siglas en inglés) la concentración encontrada de plomo en labiales es de 7,19 partículas por millón. Harto lejos de lo que lamentablemente es permitido que es 3,03 partículas por millón. Las marcas que más concentración presentan son Maybelline y L´Oreal (7,19 y 7 ppm respectivamente).
Estamos solas frente a la industria. Por lo tanto, como consumidoras responsables y conscientes, debemos informarnos para que no nos engañen ni suframos daños que quizás pueden ser irreparables…Moraleja; leer las etiquetas, buscar información y preferir siempre productos lo más naturales posibles, orgánicos, libres de sustancias tóxicas y crueldad animal.