Sofía Coppola es una de las pocas mujeres cineastas norteamericanas que con cada uno de sus trabajos logra gran notoriedad mediática y de la crítica, todo esto se entiende por su célebre procedencia, es la hija del mítico Francis Ford Coppola por lo que siempre su carrera ha sido vista con lupa buscando los errores o aciertos de la “hijita de papá”. Por sobre estos prejuicios Sofía ha sabido despegarse de la sombra de su padre ya que ha sabido crear su propio estilo, el cual poco o nada tiene que ver con la filmografía de su progenitor.
Con solo cuatro cintas a su haber y un Oscar ganado por el guion de Lost in Translation, por nombrar uno de tantos premios, la Coppola vuelve a sus temas recurrentes en su última película Somewhere: En un rincón del corazón. Situada nuevamente en un hotel, el célebre Chateau Marmont en Los Angeles, un actor con cierta fama Jhonny Marco (Stephen Dorff) pasa sus días deambulando por los pasillos y habitaciones en su estadía, flirteando con alguna pasajera mientras espera las llamadas de sus asistentes y managers para hacer lo que alguna producción requiera. Su vida es solitaria y cómoda, lo que al parecer no le afecta en nada, todo cambiará con la visita de su hija Cleo (Elle Fanning, hermana de Dakota) quien deberá pasar unos días con él ya que su madre debe ocuparse de algunos asuntos.
Sofía Coppola en entrevistas confesó que el estado de las personas en hoteles siempre ha llamado su atención, “son solo pasajeros, gente en tránsito esperando algo” dijo, ya que cuando pequeña vivió mucho en ellos acompañando a su padre. Esto nuevamente le otorga un carácter autobiográfico a su película, lo que ya paso en Perdidos en Tokio que supuestamente es sobre cómo se sentía cuando era esposa de Spike Jonze. Se dice que el personajes de Anna Faris, como una hueca actriz, está inspirado en el encuentro que tuvo con Cameron Diaz cuando su marido filmó Being John Malcovich. El dato rosa del dia.
La película en cuestión posee esa mirada absolutamente personal y objetiva de alguien que vivió lo que nos está contando, solo se remite a filmar un trozo de vida sin dar mayores explicaciones, así podemos inferir que el personaje de Cleo es ella y la vida de celebridad de Jhonny es la de su padre. Con lo autorreferente que esto puede sonar, tener películas así de personales en estos tiempos convierte a Sofía en autora con todas sus letras y eso siempre se agradece. Buena película.
Mención aparte la banda sonora, excelente como todas las anteriores de esta directora.