Puerto Natales es una ciudad encantadora al sur de Chile. Para muchos, la parada ideal camino a Las Torres del Paine, para otros; el lugar perfecto para huir de la rutina.
Admito que como muchos, mi estadía en Puerto Natales comenzó como una parada pero más pronto de lo que imaginan; capturó mi corazón.
No podía ser de otra forma con el imponente Canal Señoret frente a mi ventana, junto con una visión casi irreal de Puerto Laforet y Cerro Monumento Moore, justo frente al oeste de la ciudad.
Era el mes de diciembre, verano, recuerdo que estaba fuera del hotel contemplando el paisaje, cuando mi compañero me dice “Tengo hambre…¿no crees que ya deberíamos ir a cenar?” y yo, pensando casi que era broma al ver el sol aún iluminando todo y sabiendo que el no come hasta tarde le dije “Pero si es muy temprano!, esperemos hasta las 9 de la noche y vamos”, el pobre con cara de incrédulo me dice: “son casi las 11 de la noche” y tal cual, un par de minutitos para las 11 de la noche y es que ésta zona austral del mundo, durante el verano recibimos mucha más luz de sol y por lo tanto los días son más largos y tal como me sucedió a mi, no cuesta nada pensar que son las 6 de la tarde cuando en realidad son las 11 de la noche.
Ojo que si les pasa como a mi, la única opción para comer a esa hora es una Pizzeria-Sandwicheria y “Chopería” frente a la plaza del centro de la ciudad.
Al siguiente día salimos a caminar y al no ser grande, el fácil recorrer el centro de la ciudad en unos 30 minutos, hay varios restaurantes, heladerías artesanales, tiendas deportivas para los viajeros de espíitu explorador y afortunadamente también muchas Ferias Artesanales.
Recorrer los alrededores de la ciudad, sobre todo bordeando el Canal es algo que no se pueden perder. Los colores en los montes lejanos, cubiertos de verdes y una gama amplia de amarillos y rosa de las flores, se mezcla con un cielo azul casi calipso y nubes inmaculadamente blancas, es un paisaje casi irreal y que ofrece silencio y tranquilidad a solo minutos del centro mismo de la ciudad, el supermercado y las tiendas.
Posteriormente viaje obligado a la Cueva del Milodón, hace milenios el hogar de este particular animal prehistórico, muy parecido a un oso, cuyos restos fueran encontrados en estas tierras.
Este monumento natural es un imperdible no sólo porque contiene una réplica de mi amigo herbívoro el Milodón mismo, sino que es parte de un conjunto de cuevas que incluye la ya famosa Silla del Diablo. El paisaje a su alrededor intenta descaradamente robarse la película a quienes visitan la cueva y al mismo tiempo, para aquellos expertos o amateurs geólogos, les advierto de la particular formación en base a erosión de la cueva los cautivará.
Según cuenta la leyenda, en un lugar rocoso, semejante a una gigantesca silla, se posaba un enorme animal, con grandes colmillos y feroces garras. Aterrorizaba a todos los aborígenes habitantes de los alrededores y a cada grito de la abominable bestia, maldecían al demonio, que salía de las profundidades de la tierra y se sentaba en su trono terrenal.
Se trata de la Silla del diablo. Tiene como 30 metros de altura y resalta en medio de la explanada. ¿Estarían hablando de mi amigo el Milodón? Se dice que los colonos, en su llegada aproximadamente en el año 1879, continuaron con esta creencia o mito, esto es miles de años posterior a la desaparición del gran oso prehistórico, por lo tanto mucha gente piensa que si sería el cuerudo haciéndose presente. Hasta el día de hoy los locales dicen que éste se aparece en la Silla que lleva su nombre en la Noche de San Juan.
Ya estando en Puerto Natales , si les agrada la idea de visitar un lugar majestuoso, que casi no ha sido tocado por los seres humanos, les aconsejo aventurarse a través del mar por el seno de Ultima Esperanza. Todo con el fin de llegar al impresionante Parque Nacional Bernardo O’Higgins (nada que ver con el de Santiago…ese es parque no mas..) y ser testigo de dos maravillas de la naturaleza: los glaciares Balmaceda y Serrano.
Más que palabras les dejo fotografías de esta belleza natural y la invitación para que se animen y salgan a recorrer Chile, porque belleza chiquillas, ¡hay mucha!
Todas las imágenes por Miss Barbarella y Loïc Pialat