La naturaleza, nos brinda una cantidad maravillosa de alimentos que bien combinados, nos proporciona energía para nuestras funciones vitales y además nutrición para nuestra piel, uñas y cabello. No hay que dejarle todo a las cremas y serum. También podemos tener excelentes beneficios si llevamos una alimentación adecuada. Eso sí, los cambios no son milagrosos y requieren de constancia en nuestra rutina. Revisemos algunos de estos nutrientes:
Acción a largo plazo:
Vitaminas C y E: Ambas constituyen los principales antioxidantes para la piel. La vitamina C se relaciona con la formación de colágeno, por lo que disminuye la aparición de arrugas en la piel. Algunos alimentos que la contienen son sobre todo las frutas cítricas (limón, pomelo, naranja, kiwi, frutillas, etc.) y verduras como el brócoli, las bruselas y los pimientos. En el caso de la vitamina E, ésta usualmente se encuentra en el aceite de oliva y otros aceites. Para obtener resultados, la recomendación es consumir ambas en forma diaria.
Polifenoles: Mejoran la calidad de la piel y disminuyen las arrugas. Están presentes en muchas plantas, y los que han sido más estudiados son los que se encuentran en el té verde y en el vino tinto. Asimismo, los polifenoles protegen de enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. El vino tinto y el té verde poseen altas concentraciones de polifenoles.
Alimentos fotoprotectores: Ayudan a proteger la piel del daño solar, además del bloqueador. En esta categoría se repiten los alimentos que contienen vitaminas C y E (deben ser consumidas en conjunto, no necesariamente dentro de la misma comida, pero sí en el mismo día), pero se suman los que son ricos en licopeno, que son básicamente los tomates y sus derivados (salsa de tomates, pasta, etc.).
Acción a corto plazo (30 días si se consumen diariamente)
Para la Piel seca: Aumentar el consumo de alimentos que contienen Omega 3. Un ejemplo de éstos son los pescados de agua fría. Jurel, salmón, reineta y sardinas. También lo encontramos en algas y a las semillas que contengan aceite, como las almendras y el sésamo.
Para la Piel grasa: Aumentar el consumo de alimentos que sean ricos en vitamina A. Algunos ejemplos son las zanahorias, los mangos, el melón, los damascos, los vegetales de hojas verdes y el zapallo.
Para la Piel sensible: Aumentar consumo de alimentos con alto contenido de Omega 3, ya que éste tiene un efecto antiinflamatorio, y también de antioxidantes, como el té verde, el cacao y los berries.
Para la Piel con predisposición a los puntos negros y al acné: Suspender los alimentos que tienen un alto índice glicémico, como los carbohidratos complejos (azúcar, pan blanco, arroz, papas, fideos, etc.). Deben reemplazarlos por alimentos que tienen un índice glicémico bajo, como frutas y verduras, y granos integrales.
Ahora con el cambio de estación, podemos aprovechar las bodandes de frutas y verduras, mejorar nuestros hábitos y prepararnos para el verano. Lo fundamental es estar saludable desde adentro hacia afuera.