/ por Francisca Cárcamo
Años atrás, con la llegada masiva de internet, nos asombramos de sobremanera al tener acceso ilimitado a información de todo tipo, siendo receptores pasivos de toneladas de información tanto escrita como gráfica. ¿De qué hablamos cuando mencionamos la internet 2.0? Principalmente este concepto radica en esa pequeña línea divisoria que desde el cómodo sitial de ser receptores pasamos a ser creadores de esa información. La experiencia la comenzamos a encontrar en los blogs, que poco a poco nos fueron cambiando la idea de satisfacción al encontrarnos con un sitio que no contaba con cierto feedback. Para que hablar de las redes sociales, que nos han permitido cerrar el círculo infinito de recepción y emisión de información para redondearlo y acomodarlo según nuestros intereses y encontrar al posible lector de nuestro contenido. Pero volviendo al blog, madre (o padre si se le prefiere) del webcómic, es un formato que nos permitió algo tan simple como saber que es lo que le pasa al lector con nuestro trabajo. La ventaja; nos ahorra en diversas experiencias webs la evaluación de cómo anda el sitio en cuanto al interés de visitantes en nuestro contenido, el nivel de compromiso y feedback tanto en comentarios como en sugerencias recibidas por los lectores, y en conjunto a las redes sociales, visualizar con facilidad el número de visitantes frecuentes (o inscritos en el sitio) y la viralización hecha por ellos mismos de diversas entradas.
¿En qué ayuda esto al cómic? Cuando la novela gráfica, tira o álbum ilustrado tiene como preferencia la publicación de su obra en papel, podemos encontrar las noticias de sus adelantos, lanzamiento de este y luego la avalancha de comentarios, reseñas y recomendaciones en diversos sitios, formato o blog, en donde el creador del contenido publica y los visitantes comentan agregando material importante para generar discusión, o bien contradicen la mirada del autor de la entrada. Cuestión aparte es cuando el lector declara en una red social de forma directa la noticia asociada a la obra o la critica, disminuyendo la recepción del contenido a su círculo de contactos, y va viralizando de forma relativamente privada sus comentarios. ¿Pero qué pasa cuando es el mismo autor de la obra el que la deja a disposición de forma íntegra, o al menos la mayor parte de ella, para que los lectores la reciban y hablen de ella?
Es ahí donde nace el webcómic, y aunque probablemente exista un pequeño porcentaje que por razones técnicas o de concepción de la publicación no contengan con una sección directa de comentarios, la gran mayoría de ellos nacen en el más puro formato blog. ¿Por qué nacen en el formato blog? A mi parecer esto tiene un par de sencillas razones que explican el por qué y para qué; la facilidad de publicación, todos sabemos que la creación de un blog demora unas cuantas horas solamente, que el contenido es lo importante en él, y que se aleja de los molestos “fuegos artificiales” que la sobrecarga de adornos gráficos puede producir en un sitio de web más de exposición que de renovación de material. La otra razón es de la que vengo escribiendo hace líneas, el feedback casi instantáneo de los lectores, el que finalmente valida cualquier publicación.
La urgencia de contar una historia en formato digital se ha hecho estrecha amiga del webcómic (similares a ello podría ser el blog bitácora, la webnovela). No dudo que muchas de las historias más conocidas publicadas en formato webcómic aquí en Chile, deberion nacer de forma casi espontánea, fueron planificadas y creadas en tiempo récord, y casi como la vida misma, de capítulo a capítulo, fueron solidificándose, no solo a ojos del lector, sino que también del mismo autor.
Los tres mejores ejemplos de webcómics chilenos, los que por su diversidad de temas a tratar y constancia que han mantenido en la siembra de la misteriosa línea de tiempo apreciable en los archivos de un blog, a mi parecer son;
“Siento y Miento” de Alfredo Rodríguez
Ganador del premio FIC Santiago en la categoría de “Mejor webcómic chileno 2011” y con dos libros publicados por Arcano Cuarto (sí, la magia del webcómic llevado al papel), ha sido un referente para muchos de nosotros, lectores-autores, amantes de la vida sencilla e incluso mucho de ellos amantes de la literatura, con la sencillez de su propuesta gráfica y la gratificante entrega de experiencias personales, que en muchas ocasiones hasta nos causan risas. Creo que es el ejemplo más radical de partir publicando una historia sin mayores expectativas e ir obteniéndolas con el paso del tiempo. Ver los primeros capítulos publicados en la web, en contraste a los mismos capítulos re hechos para la publicación del libro, bastan para darse cuenta de cómo fue creciendo este proyecto, que partió de una propia urgencia que nos llama al auto análisis de nuestras vidas, hasta convertirlo en una voz universal que indentifica a cientos de personas. www.sientoymiento.cl/
“Sr. Intestino” de César “Grotesco” Fuentes
El “rock star” del webcómic nacional, tal vez el más popular en estos momentos en Chile gracias a sus muestras desvergonzadas de irreverencia, la cercanía con una gran parte de la población que no está cerca de las experiencias tranquilas y modestas de la vida, sino de los que van por más, aunque nunca salgan bien de ellas. Fue justamente este medio, y no tan solo el blog del autor sino que además por el portal porlaputa.com/ que la viralización de las desventuras de este personaje, que es a simple vista el más grande antagonista de la imagen que siempre hemos querido tener de nosotros mismos, llegó a niveles insospechados, a tal punto de ser reconocible hasta para quienes no frecuentan ni conocen el mundo del cómic. Los lectores han encontrando en el trabajo de César una genialidad demasiado particular para graficar lo más sórdido e idiota de nuestra sociedad. Cuenta con un el libro del “Sr. Intestino” en una primera autoedición, y hoy en día siento re publicado con material adicional por RIL Editores. srintestino.blogspot.com/
“Cabralesa” de Daniela González y Diego Zúñiga:
Es una de la experiencias más hermosas de trabajo en equipo que podemos encontrar en este formato, el que también fue llevado al por RIL Editores. Creo que es un manjar escuchar cuando las buenas ideas vienen de un lugar oscuro para el autor y como increíblemente brillan gracias al trabajo y al amor depositado en él. Es por eso que Daniela sin ánimos de provocar lástima o símbolos de heroísmo, cuenta que “Cabralesa” la salvó de ser devorada por los demonios de la monotonía y el desencanto de su trabajo como secretaria, fruto de esto, se sumergió en la historia de cuatro chicas santiaguinas y junto a Diego Zúñiga, encargado del dibujo de este webcómic, crearon un mundo rosado solo por fuera. El encanto de “Cabralesa” a mi modo de ver va por dos lados; la identificación de las mujeres en sus problemáticas y el descubrimiento de los hombres de cómo somos nosotras. El sitio que almacena el webcómic, fuera de ser solo la vitrina de esta obra, es un lugar de conversación y debate sobre la vida misma; las relaciones personales, el amor, el trabajo, las etapas de la vida, y un largo etcétera. Una urgencia desmedida que se fue puliendo a tal punto de sacarle brillo y forma al diamante. www.cabralesa.com/
Una vez cubierta la urgencia de contar una historia ¿qué es lo que viene? Muchas veces no se analiza lo que se está haciendo en un comienzo, y como lo escribí alguna vez, el acto pornográfico de sacar desde nuestra vida privada las creaciones que hacemos en nuestra intimidad hacia el circo romano de la libre exposición, validan nuestro trabajo y nos ayuda a recibir las luces necesarias para saber si lo que estamos haciendo va por el camino correcto, generando la experiencia necesaria para seguir creciendo. Quien sabe si de pronto alguno de ustedes se anima por sacar los dibujos del cajón y comenzar por el primer paso, mostrar tu trabajo al mundo, porque no hace falta más que un computador y una conexión a internet.
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Francisca Cárcamo, más conocida como @Panchulei, desde hace algunos años ha trabajado como ilustradora y autora de cómics, uno de ellos es “Las aventuras dibujísticas de Panchulei” publicado desde mayo de 2011 en NGI Chile, además de publicar diversos fanzine, el más destacado de ellos ha sido “Mandamientos de Mentira” compuesto por textos e ilustraciones de su autoría.