Continúa nuestro viaje por la Ciudad de San Diego en el sur de California. Al sur de la ciudad, cruzando el Puente de la Bahía San Diego-Coronado, que, sin ser famoso como el puente Golden Gate en San Francisco, no deja de ser impresionante, tanto por su longitud como por su color Blanco que lo hace sobresalir en el paisaje azulado de la ciudad.
Este puente conecta San Diego con la isla de Coronado. Principalmente residencial y turística, se basa en una arquitectura clásica de blanco y tejados rojos, imitando en cierta forma costas Europeas, se asimila a La Jolla en cuanto a la gran cantidad de tiendas de alta costura y restaurantes finos. Estando aquí es imperativo visitar el Hotel Coronado, que tiene su propio museo, donde con orgullo se exhibe una lista de películas en las cuales aparece el Hotel, entre ellas “Some Like it Hot” (“Una Eva y Dos Adanes” es su título en Español) con Marilyn Monroe, cuyo rostro aparece en un centenar de souvenirs en las tiendas de Coronado.
El Hotel cuenta con un Spa de buena fama y un restaurante justo frente a la playa, sobre un mirador donde es posible admirar la puesta de sol desde un punto privilegiado. Al otro lado de la isla, mirando hacia San Diego, nos enfrentamos a una vista única del centro de la ciudad y sus edificios. Es imperdible.
Luego de un buen desayuno tipo Americano volvemos a cruzar el puente, esta vez con destino a la Misión de San Diego. En California, especialmente en la parte centro y sur es posible encontrar mas de una docena de Misiones, que son más bien construcciones religiosas(tipo Monasterio) del tiempo de los Españoles, cuando decidieron misionar en California a modo de evitar que estas costas fueran tomadas por los Rusos, de ahí el nombre “Misiones” y como buena ciudad Californiana San Diego tiene una. En la misión se paga una entrada de USD 3.00 por persona ($1.400 pesos Chilenos aprox.) para la mantención de la estructura, y es posible acceder a todas las habitaciones donde habitaron los Monjes españoles, tiene un pequeño museo que cuenta la historia de la misión desde los Monjes hasta la ocupación de la milicia norteamericana, a los tiempos de hoy, y exhibe piezas originales rescatadas del tiempo de la misión.
Saliendo de la Misión, nos vamos al famoso “Old Town” de San Diego, un poco más alejado del océano y ahora rodeado por carreteras, encontramos lo que fuera el centro original de la ciudad, que luce tal cual como el Viejo Oeste en las películas de vaqueros, eso si; notoriamente más Méxicano que Norteamericano. Las calles, llenas de mercados, nos hacen sentir como si estuviéramos en San Cristóbal de las Casas, o el pueblo de Teotihuacan en el sur de México. Las mismas artesanías y una que otra curiosidad que sale de lo normal. Hay algunas tiendas norteamericanas en medio con productos bastante interesantes como los de “Little Earth”, que hacen bolsos y carteras exclusivos, extremadamente Chic y con productos 100% reciclados. Les recomiendo visitar el sitio: www.littlearth.com
Una vez terminada la visita en el colorido Old Town, tomando la carretera 5 norte, llegamos al parque “Mission Bay”, un lugar que llama la atención por su verdor y una laguna enorme que se posa en su centro. Aquí es posible arrendar botes, jugar golf, ejercitar distintos deportes, hacer picnic y disfrutar del paisaje y de otra gloriosa puesta de sol. El parque es abierto, y se encuentra a minutos del famoso “Mundo Acuático” de San Diego, un parque que mezcla lo mejor de un acuario con lo mejor de un parque de diversiones y es uno de los destinos principales para las familias que visitan San Diego.
Aquí finalizamos esta visita a la ciudad de San Diego y sus principales atractivos. Esta ciudad es digna de visitar y descubrir, por esta razón; ¡San Diego es el destino recomendado!
Imágenes por Barbarella
Imágen de «Some Like it Hot» tomada de Wikipedia