Nostalgia televisiva: Dawson’s Creek

Por Ángela Díaz Camus | @AngelaDiazcamus

Si eras adolescente por allá por 1998 de seguro más de alguna vez te atrapó el pueblecito llamado Capeside, no lo niegues, no es necesario mentir, no hay nada de qué avergonzarse.

Dawson’s Creek, emitida por Warner Chanel, entre 1998 y el año 2003,  era un must y tenía todo lo necesario para atraernos. Chicos y chicas guapas, familias disfuncionales, despertar sexual, frases grandilocuentes y harto, haaaarto, drama.

La serie seguía las desventuras de cuatro chiquillos, Dawson Leery, el perfectirijillo aspirante a cineasta, Joey Potter la chica de al lado, Jen Lindley la rubia descarriada y Pacey Witter, el chico rebelde.


I Don’t Want to Waiiiiiiiiiit

Personalmente amaba la serie, y reconozco que aún veo las repeticiones que dan en Live TV los domingos (pese a mis 30 años y a los reclamos del novio, que inmediatamente se va refunfuñando a su computador). ¿Por qué la veo?, fácil, me transporta inmediatamente a los años dorados de mi adolescencia.

Los chicos de Capeside llegaron a mi vida justo en el momento en que yo estaba sufriendo los mismos dolores emocionales que ellos pasaban en la tele, con la única diferencia de que ellos vivían en un pueblo soñado, iban al colegio en tenidas ultra cool y eran todos bellos.

Yo me juraba Joey, las dos éramos morenitas y estábamos enamoradas de nuestro mejor amigo, que no nos pescaba ni en bajada porque andaba embobado con una rubia apestosa. Ya okey, mi archienemiga no venía de Nueva York, venía de Quillota y no se llamaba Jen, se llamaba Jocelyne, pero el efecto era el mismo.


La Joey Potter

Hasta la cuarta temporada fui team Joey, adoraaaaaba a la Katie Holmes y hasta me ponía el pelo detrás de la oreja cuando me ponía nerviosa (patético, lo sé, pero la verdad sea dicha). Sus dilemas eran tan pero tan románticos, primero se enamoraba de Dawson, su mejor amigo, después lo dejaba por Jack, el chico nuevo del pueblo que justo descubría que era gay y, cuando estaba lista para  regresar a los brazos del Dawson, zuácate que se atravesaba Pacey en el camino y el triángulo terminaba estallándole a todos en la cara. Nota mental: Harto bitch la Joey, ahora que lo pienso.

Don’t Worry Joey, te lo perdonamos, Pacey era el chico que todas queríamos y tú estabas en la flor de la vida, que le llaman, no como ahora que en la vida real te casaste con Tom Cruise, te convertiste a la cienciología, perdiste el libre albedrío y estás condenada a esperar que venga la “Gran Calabaza Espacial” a buscarte para llevarte de regreso al planeta de donde vino, en primer lugar, tu extraño maridito. Pucha Joey, íbamos tan bien y viste, lo arruinaste todo.

Ya filo con Joey, volvamos a Pacey, el más importante (Awww), quién finalmente se robó la serie y se quedó con la jovencita. Y no me vengan con que les gustaba más Dawson porque desde un principio quedó claro que Dawson era un latero, por algo desapareció de la pantalla y hoy con suerte se le puede ver en el video de Ke$ha, con carita de nada y muestras claras de ir directo a pelequén (perdedor).

El Pacey Witter

A riesgo de parecerme a la gorda romántica de Carrusel, debo reconocer que mis temporadas favoritas son la tercera y la cuarta, porque son enteras románticas y giran en torno a Pacey (Awww, otra vez) quien en estas temporadas se enamora de Joey, lucha por su amor, logra estar con ella, la pierde, la recupera y la pierde otra vez (PENA).

Damn YouPacey Witter, te odio por poner en mi cabeza poco realistas expectativas sobre el amor y el romance.

Ohh “Pacey’s” Creek cuanto me hiciste sufrir cuando llegamos a la quinta temporada y todo se derrumbó. En la quinta cayó sobre mi serie favorita, la maldición de las series  adolescentes, LOS PERSONAJES CRECIERON (SNIF).

La quinta y la sexta temporada son muy extrañas, todos están en distintas universidades, menos Pacey que anda navegando porque es rebelde (Awww) y así, sin más aviso, comienza un largo desfile de personajes de poca trascendencia e historias poco creíbles, llenas de enredos rebuscados con los que están siempre tratando de volver a juntar a los cuatro protagonistas originales (Pfff).

Y pasa lo inevitable, la Warner anuncia que no habrá más temporadas y los guionistas se ven obligados a cerrar rapidito la historia. De un momento a otro, nos encontramos con uno de esos capítulos apestosos que empiezan con la leyenda “cinco años después” y adiós personajes secundarios mamones. Volvemos  al cuarteto original, que se reúne porque uno de los protagonistas, está a punto de morir, cuándo y cómo se enfermó, no lo sabemos, probablemente en los cinco años que no nos mostraron (Pfff).

Y a quién le toca el premiado, a la rubia Jen, quien además de no lograr mantener un pololo estable durante toda la serie, ahora debe lidiar con una enfermedad al corazón de la que finalmente muere. Y aprovechando la reunión, Joey, bicha hasta el final, antes de que si quiera se enfríe el cadáver de la rucia, se pone a elegir entre sus dos amores de juventud. Volvemos al drama original, mi guata se llena de mariposas ¿a quién elegirá Joey?

Tan tan, obviamente a Pacey, sonido de violines, momento más romántico ever,  nadie se creyó el medio giro de la trama, pero a nadie le importa. Pacey y Joey se quedan juntos y todo vuelve a tener sentido. Awwwww.

Si leíste entero este artículo es porque la viste y te emocionaste en cada capítulo, no lo niegues, sé que todavía ves las repeticiones en el cable. No te preocupes, hay muchos más como tú allá afuera.

Nos vemos en Capeside!!!

 

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