Queridas Geekandchic-illas, porque ustedes lo pidieron, acá estamos de vuelta con otro artículo más de su saga #ARQUEOLOGIADELAMODA.
A propósito del artículo Anti-GUÍA DE UTILIDAD PÚBLICA, donde les sugeríamos a nuestras Geekandchic-illas que se inspiraran en los complementos de la moda de Asia Central (India, Pakistán, Bangladesh) donde las mujeres se recargan para verse elegantes, contrario a lo que dice la “modareligión” de occidente donde “menos es más” (odiamos el concepto por fundamentalista) y nos imaginamos como saltan de sus asientos las “fashionómanas” de este lado del mundo con estas declaraciones.
En la moda todo es válido, todo, sin restricciones. Y no porque nacimos en este rincón del mundo creeremos que los otros rincones estén equivocados, al contrario, en Geekandchic creemos que la moda es un universo único y podemos encontrar inspiración mirando hacia otras latitudes y nadie tiene la verdad, o bueno, la tenemos todas.
Para hoy una joya de la moda de Oriente: El Sari.
El origen del Sari se remonta a la civilización del Valle del Indo (actual India) que floreció entre el 2.800 y 1.800 a. C, la primera representación conocida de un sari o al menos un antecedente de él es la estatua de un sacerdote del Valle del Indo que se cubría con una bata plisada y drapeada como un Sari.
También aparecen referencias al sari en antigua poesía escrita en sánscrito que menciona a mujeres envueltas en trozos de tela finamente elaborados.
La moda como manifestación social tiene un comportamiento orgánico, por lo tanto, se mueve más allá de fronteras política o geográficas, es así como el Sari puede ser encontrado no solo en India sino también en Pakistán, Bangladesh y Sri Lanka.
El Sari es un trozo de tela de 4 a 5 metros de longitud sin costuras. La manera más común de usarlo es envolverlo alrededor de la cintura luego realizar unos pliegues en el frente y colgarlo sobre uno de los hombros. Pero dependiendo la región de India, el drapeado y el plegado del Sari en el cuerpo, presenta pequeñas variaciones.
Generalmente el Sari es usado sobre un enagua y sobre una blusa de manga corta (ya que las mujeres de la India tienen prohibido mostrar los hombros y las piernas) pero que deja a la vista el vientre. Esta es una curiosidad en comparación a nuestra cultura occidental, ya que en India, el ombligo es considerado fuente de vida y creatividad por eso puede quedar al descubierto.
El Sari puede estar confeccionado en diversas telas y calidades, desde simples algodones hasta finas sedas. Todo lleno de colores, brillos y bordados, algunos con pedrerías o hilos de metales preciosos, impresiones de tintes vegetales, etc. Son infinitas las posibilidades en la creación de un Sari.
El Sari no es usado solo para “ocasiones especiales” puede usarse diariamente, claro que para esas “ocasiones especiales” se reservan los Saris más elegantes y para el uso diario los más simples.
Como el Sari implica en gran parte de su proceso la manufactura artesanal, ya sea en la confección misma de la tela o en la decoración de esta, es muy difícil encontrar un Sari exactamente igual a otro. Así que si usted Geekandchic-illa si va a India y se compra un Sari tendrá entre sus manos una pieza de moda única y exclusiva.
En India existen tiendas especializadas en el rubro, algo así como una tienda retail, pero solo de Saris: con el piso de Saris, el piso de las blusitas para el Sari, el piso de los enaguas para el Sari, etc. El precio de un Sari nuevo, pero sencillo, comienza alrededor de las 200 rupias, esto equivale aproximadamente a US$4 o $2.000. ¿Barato? Para nosotros sí, pero no para todas las mujeres de India.
La sencillez, femineidad y elegancia del Sari ha sido admirada por muchos diseñadores, quienes han puesto sus ojos en oriente en los últimos años para buscar inspiración para sus colecciones, transformando el Sari en bellas y occidentalizadas reinterpretaciones para hacerlo un ícono de la moda universal.