Etiquetados por el género

De mis amigas, la mayoría no está ni ahí con los videojuegos.
Yo me pregunto: es raro que me atraigan un poco las cosas que saca Nintendo? Que cuando hay ropa linda y el nuevo Mario no sepa por cuál decidirme?
No. Gamer no soy. Pero desde que tengo una Wii he reflexionado un poco al respecto.

Y es que el día en que uno aparece en este mundo los adultos nos tienen etiquetados por el género. Si eres niño te visten de celeste. Para las niñas está el rosado. Así comienzan las clasificaciones y los prejuicios.

Al principio todos los juguetes son más o menos iguales, y todos apuntan al desarrollo y estimulación del cerebro. Después la cosa cambia y las cosas que nos entretienen no sólo cumplen esta función, si no que además comienzan a dar conductas sobre los patrones sociales que debemos cumplir como género.
Las muñecas para que las niñas sean buenas madres, pelotas para que los niños sean bien niñitos. Y punto.

Para mí, hasta cierta edad, las consolas de videojuegos no tuvieron género.
No era cuestión de celeste o rosado.
Era parejo y justo. Democrático total.
Me entretenía con mis VHS de Disney, con mi Cabagge Patch Kids, con mis Barbies, los monos de He-man de mi bro y al mismo tiempo con el Atari.
Hasta leía revistas de video juegos (que compraba mi hermano), encontraba choro el Mortal Kombat y cada verano en la playa gastaba la plata que me regalaban en jugar al Street Fighter con la Chun-Li.

Respecto a las consolas: en mi poder tengo un Game & Watch de Donkey Kong II, una SNES, un N64 y -desde hace poco- la Wii.
Tuvieron que pasar 15 años para que yo me cansara de comprar ropa, películas,  música y zapatos. Además de no saber con qué matar el tiempo y los vacíos.
Y la verdad es que se siente fantástico tener el Donkey Kong Returns a disposición, y jugar un poco antes de dormir. O por lo menos tener para elegir entre ver alguna película o pasar alguna canción de Dj Hero, o leer algun libro.

Al igual que Napoleon Dynamite creo que nuestras propias habilidades nos dan cierto prestigio frente al sexo opuesto… Pero, yo me pregunto, los chicos realmente quieren a una chica que pueda pasar los 96 mundos del Super Mario World? Ciertamente si no nos dejamos estar en la poltrona, no creo que sea un problema… o no?

1 Comentario

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.