Los bloqueadores solares protegen la piel pero están contaminando el mar

Hace ya bastantes años que llevamos usando bloqueador solar para protegernos de los daños causados por el sol. Son años de educación que la industria de la cosmética nos ha inculcado para que lo hagamos y claro, al ver los daños que ocasiona en la piel el exceso de rayos UV-UVA, nos genera un pánico de vanidad que pocos sobrellevan, más si nos hablan de ese demonio llamado «cáncer a la piel».
Si, yo he caído ante ese pánico, uso bloqueador solar todos los días del año, mis cremas de día tienen factor de protección, incluso mis cosméticos de maquillaje tienen.
Claro, si veo como daña el sol a través de los años y veo la piel arrugada, manchada, con granos y deshidratada, no me queda más remedio que protegerme.

Y así es como la industria me ha convencido, e imagino que a muchos, que el SOL, esa fuente de energía y vida tan beneficioso para la tierra y hombres, adorado durante siglos como Dios por lo maravilloso que es, hoy se convierte en un demonio.
Hoy es desechado como una fuente de males, incluso hay culturas como la japonesa y coreana donde nadie se expone al sol por causas estéticas, debiendo protegernos obligatoriamente con cremas protectoras.

Pero los investigadores del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía, descubrieron que los protectores solares están contaminando las costas y que si bien protegen nuestra piel, están dañando los microorganismos de llos oceanos, “las cremas solares son una solución eficiente ante los daños que provoca la radiación ultravioleta sobre la piel. Sin embargo, parte de estos cosméticos son liberados al mar durante el baño, reaccionan con la radiación ultravioleta de la luz solar y generan un fuerte agente oxidante, el peróxido de hidrógeno, que resulta dañino para las microalgas marinas, explica el investigador del CSIC Antonio Tovar.
[hr style=»dotted»] Extracto del estudio:

Los protectores solares han aparecido para dar la más eficaz protección a la piel humana contra los rayos ultravioleta (UV). Los químicos de los protectores solares (es decir, filtros UV) se acumulan en el mar y tienen efectos tóxicos sobre los organismos marinos. En este informe, demuestran que la fotoexcitación de filtros UV inorgánicos (es decir, TiO 2 y nanopartículas de ZnO) bajo radiación solar produce importantes cantidades de peróxido de hidrógeno (H2O2), un fuerte agente oxidante que genera altos niveles de estrés en el fitoplancton marino . Nuestros resultados indican que el contenido de nanopartículas de óxido inorgánico en 1gr de filtro solar comercial produce tasas de peróxido de hidrógeno en agua de mar de hasta 463 nM/h, lo que afecta directamente el crecimiento del fitoplancton. Estimaciones conservadoras de una playa mediterránea revelan que las actividades turísticas durante un día de verano pueden liberar en el orden de 4 kg de TiO 2 nanopartículas para el agua y producir un incremento en la concentración de peróxido de hidrógeno de 270 nM / día. Nuestros resultados, junto con los datos proporcionados por los registros del turismo en el Mediterráneo, punto de TiO 2 nanopartículas como agente oxidante importante entrar en las aguas costeras, con consecuencias ecológicas directas sobre el ecosistema.

*David Sánchez-Quiles y Antonio Tovar-Sánchez. «Sunscreens as source of hydrogen peroxide production in coastal waters». Environtal Science Technology. DOI: 10.1021/es5020696.
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Con esta información queremos hacer un llamado a la industria cosmética para crear productos amigables con el medio ambiente y que no causen «pánico» entre las personas diciendo que el sol es MALO.

Ahora ¿es necesario esconderse del sol y sentir pánico cuando nos exponemos unos minutos sin protector solar?

Seamos claros, TODOS LOS EXTREMOS SON MALOS, abusar de la exposición al sol puede causar todos los males que la industria nos ha dicho, pero esas consecuencias, arrugas/manchas/cáncer, son causa de una exposición EXTREMA y desmedida, horas y horas al día bajo los rayos directos del sol.
Pero una exposición saludable, no le hará mal a nadie. 

De hecho, recibir los rayos es bastante saludable para:

1. Huesos: La vitamina D es fundamental para la mineralización de los huesos y de los dientes. Los potentes rayos del sol se encargan de activarla.

2. Piel: La radiación solar ayuda a prevenir y a manejar el acné, y, en casos severos como la psoriasis, los rayos solares son determinantes para ayudar a remitir la enfermedad.

3. Defensas: El sol puede aumentar el número de glóbulos blancos en sus dos líneas, neutrófilos y linfocitos; estos conforman el primer escuadrón de defensa del organismo.

4. Grasas: Los niveles de colesterol se reducen en las personas durante los veranos; la luz solar es fundamental para metabolizarlo. Además, la gente hace más ejercicio cuando el día es luminoso.

5. Presión arterial: Cuando se dilatan las arterias de la piel se reduce la cantidad de sangre concentrada en los órganos. Esto baja la presión arterial, lo que es ideal para los hipertensos.

6. Corazón: El corazón se contrae por acción del calcio; cuando es insuficiente, las hormonas paratiroideas lo toman de los huesos para dárselo. Pero cuando una persona se asolea se disminuyen los niveles de estas hormonas.

7. Vida sexual: A quienes dicen que su libido se eleva en verano les cabe algo de razón. Los rayos del sol también incrementan ligeramente los niveles de testosterona, que en hombres y mujeres es la hormona del deseo.

8. Somnolencia: Los rayos ultravioleta regulan la producción de melatonina, hormona que ayuda a definir los ciclos de sueño. La luz solar reduce sus niveles, lo que ayuda a sentirse más despierto.

9. Estado de ánimo: La radiación del sol promueve la síntesis de la serotonina, una sustancia relacionada con el bienestar y que también ayuda a regular el sueño y hasta la conducta sexual.

10. Tumores: El sol promueve una protección natural frente a ciertos cánceres; al parecer, su acción es directa sobre algunas células, y, por efecto de la vitamina D, quienes toman el sol en forma regular tienen una menor incidencia de cáncer de mama y de colon.

(Fuente: Dr. José Luis Vazquez)

Conclusiones:

EL SOL ES BUENO.
Protegerse es necesario si la exposición a los rayos UV es prolongada.
Los protectores solares están dañando los océanos, pedimos a la industria cosmética investigue aún más las consecuencias que causan en el medio ambiente.

 

 

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