Los fanclubs : grupos dedicados a seguir a una persona, un grupo, idea, series de TV, películas, etc.
En mi adolescencia una banda musical marcó mi vida desde el minuto que los escuché y comenzaron a sonar en mi cabeza una y otra vez. Se trataba de la banda británica Blur.
Me encantaron. Recuerdo que todos conocían la famosa canción Girls & Boys, pero yo no sabía que Blur era Blur hasta que escuché Country House, y me gustó mucho la banda. En ese minuto estaba un poco agotada con la depre grunge que invadía las radios, así que Blur vino a ser mi liberación musical y la que me convirtió en una seguidora ferviente del britpop.
Desde octavo básico, con una compañera llamada Catalina, recorrimos todas las disquerías de Santiago buscando el «cassette» (si, soy vieja, tiré el carnet) Parklife, pero en ninguna parte lo encontrábamos, el único disco disponible era el The great Escape, así que cada tarde después de clases aventurábamos en nuestra búsqueda del disco «con los perritos en la carátula». Un día decidimos subirnos a una micro y bajarnos apenas viéramos alguna tienda de música, brillante idea que nos llevó a la disquería Bilboard que está en Providencia, encontrando ahí lo que queríamos, pero en CD. Yo no tenía radio con lector de compact disc aún, así que seguimos mirando, llegamos al Portal Lyon, a la tienda All That Music, donde encargué los primeros casettes de Blur…. pero me llegaron en CD (cuek). Hasta que llegamos al paraíso: Funtracks, que en ese entonces estaba el el Paseo las Palmas. Cuando entré a la tienda quedé literalmente loca, tenían un póster de mi banda en la vitrina… awwwwww, desde ahí se convirtieron en mis principales proveedores.
Mi papá me compró una radio con lector de CD para mi cumpleaños, era aaaancha y si la tocabas saltaba el disco, así que no había ni que mirarla. Ahí me compré TODO, calendarios, banderas y los maravillosos singles que venían con 2 o más lados B. Miraba cada quiosco del Paseo Ahumada para comprar cuanta revisa Bravo trajera aunque sea una ínfima nota de Blur, en la librería Libros me compraba las revistas Q, Smash Hits y traficaba fotos de Backstreet Boys con las fanáticas para recuperar la inversión. Iba al Instituto Chileno-Británico a comprar las Melody Maker y NME antiguas con fotos de Blur, Pulp y Suede. Y estaba pegada todo el día viendo el canal MTV y MUCH MUSIC por si aparecía algo, con mi VHS preparado para grabar lo que sea.
Un día, mi amiga Catalina me da el nº de teléfono de la presidenta del fanclub oficial de Blur, «BlurAdicttion«. ¿Qué me dijeron? Fui a la primera reunión con toda mi colección y me encontré con un grupo de chicas tan pitiadas como yo. Fanáticas que disfrutaban cada canción como yo, que juntaban cualquier cosa como yo. Me sentía tan cómoda y feliz de no ser la única obsesiva en ese minuto, con gente que compartía mis gustos, fue maravilloso.
Escuchábamos los discos, los lados B, veíamos videos, cantábamos, veíamos fotos, hablábamos de las noticias que aparecían en los canales musicales. Apasionadas, como cualquier adolescente que descubre algo que las transporta al paraíso.
Fue una etapa cortita, pero que me hizo feliz, ya han pasado más de 10 años desde entonces, me sigue gustado Blur y los exponentes del britpop, se han ampliado los gustos, ya no soy tan absoluta y snob como antes, que no aguantaba nada que no fuera de la «ondita», ahora me río de lo extrema que era entonces, pero si hay algo que quiero rescatar es que fue una etapa genial, divertida y necesaria.
No los pude ver en vivo en Argentina cuando se pasearon por Latinoamérica, pero espero que vengan a Chile el próximo año, ya que anunciaron disco nuevo y gira, así que estoy cruzando los deditos.
¿Alguna de ustedes fue parte de algún fanclub?