ARQUEOLOGÍA DE LA MODA : SPEEDY DE LOUIS VUITTON

Es común que la moda reutilice ideas del pasado, que se busque en la memoria fashion y se “reedite” un accesorio o una prenda. También es común que los diseñadores tomen como referencia a un personaje para inspirar sus colecciones y lo transformen en icono de la moda.

¿Quién no ha escuchado alguna vez la frase “ya no hay nada nuevo que inventar”? dicho y hecho, porque ahora están de moda, en la primavera del hemisferio norte, los “colores pasteles” que ha tenido como concepto de moda más vidas que un gato y a mediado del 2011 vimos como resucitaba del inframundo de la moda los “colores fluor”, que yo recuerdo como contemporáneo de la teleserie “Adrenalina” (teleserie emitida en el año 1996 en Chile por canal 13, para las lectoras más jóvenes) o los maxi-vestidos que han sido desempolvados por diseñadores y “bloggers” en las últimas temporadas y yo recuerdo que eran comunes por allá por el verano del 94 o 95. Y así podría seguir infinitamente dando ejemplos.

Viendo este comportamiento cíclico de las pautas fashion, es buena práctica no despojarse de ciertas prendas a las que uno le pierde la fé por “pasadas de moda”. Porque ahí estarán otra vez, luego de unas cuantas temporadas, desfilando por las calles. Y una recriminándose: “¿Por qué boté los pantalones elásticados fucsias en la primavera del año 1997?”.

Hace poco hasta las hombreras tuvieron sus 15 minutos de fama (II parte) ¿quién lo hubiese dicho?!

Y así como están los resucitados, están los que nunca se han ido, los omnipresentes: los clásicos.

Tenemos entonces: reediciones, iconos, personajes, inspiración o falta de inspiración, reciclaje de ideas, investigación en el pasado, inmortalidad fashion.

Haciendo una síntesis de estilos, tendencias, marcas, momentos de la moda, siempre como una mirada al pasado. Y a como recibimos todas estas influencias en la actualidad.

Buscaremos en la historia y en el testimonio material de la moda, en palabras simples haremos: ARQUEOLOGÍA DE LA MODA.

ARQUEOLOGÍA DE LA MODA: SPEEDY DE LOUIS VUITTON

Para inaugurar esta mini sección sobre Arqueología de la moda, o Fashionarcheology (para globalizar el concepto) comenzaré con un complemento/accesorio que no es de mis favoritos, en lo particular, pero tampoco me deja indiferente y es porque en torno a él se me mezclan distintas sensaciones e ideas y es el bolso Speedy de Louis Vuitton.

Louis Vuitton es una marca francesa principalmente famosa por sus accesorio/complementos de lujo. La primera tienda de la marca fue abierta (como no) en la ciudad de Paris a mediados del siglo XIX. En principio fue una marca orientada a la creación de maletas de viaje.

Desde los años de su creación, conciente la familia Vuitton de proteger sus creaciones, diseñaron la característica tela con flores sintetizadas que eran trabajadas a mano (hasta hoy en día) para evitar la falsificación. Irónicamente, más de 150 años después, LV es la marca más falsificada del mundo de la moda.

El bolso Speedy, en particular, fue creado en la década de los años 30, con la idea de ser una versión más pequeña del bolso de viaje, algo así como una versión “cartera” que hiciera juego con el equipaje. Se destaca por su versatilidad y atemporalidad (como buen clásico) ya que puede ser utilizado en cualquier ocasión. El slogan creado para el bolso es “el auténtico estilo dura toda la vida”.

Cada Speedy se hace mayoritariamente a mano y se le asigna un número de serie a cada uno. Se emplean en la fabricación unitaria alrededor de 60 horas de trabajo.

LV Monogram Speedy Louis Vuitton Monogram Speedy Bandoulière will be Available from May1

Además, la marca ofrece el servicio de personalizar los bolsos e incluirle las iniciales de su dueña, obviamente con un incremento del precio.

La versión más simple y pequeña del Speedy cuesta alrededor de US$ 1.000, de la línea más clásica de la marca que es la “Monogram Canvas”.

La marca por política de exclusividad hacia sus clientas, no tiene temporada de ofertas/rebajas, de esta manera, deja la propiedad de un LV solo para unas pocas mortales en la tierra, mientras las otras miran con deseo, aunque las que no tienen pudor, pueden comprarse una copia en la vereda, claro que exponiéndose a una pena carcelaria, ya que LV persigue a los falsificadores y compradores a lo largo, ancho, alto y redondo de este mundo.

Ahora como opinión personal, me pasa algo extraño con Louis Vuitton. Desde que comenzó a aparecer el espécimen novia/esposa/amante de futbolista, no dejo de asociar la marca al arribismo de esta nueva “dinastía” de la sociedad chilena, porque todas las “Car’e cuica” (la que sabe, sabe) cuelgan de su brazo un refinado y sobrio LV haciendo cortocircuito con el outfit/pinta que llevan (no daremos más detalles, todos sabemos a que me refiero). Porque ellas cultivan el estilo “la plata hay que lucirla” y que mejor que llevar unos cientos de dólares colgando del brazo.

(En las fotografías podemos ver a distintas actrices combinando sus Speedy con distintas propuestas de vestir, incluso a una clásica con su clásico).

Otra cosa que me llama la atención de la marca es que hasta los hombres la conocen y si dices “Louis Vuitton” ellos no pensarán que te refieres a una persona, debe ser por esa asociación: Louis Vuitton= mujer de futbolista= fútbol= hombre.

Sinceramente el Speedy no me parece “bonito”, pero me parece increíblemente práctico, tiene una gran capacidad de almacenaje, está hecha con materiales de primera calidad, muy resistentes e impermeables. Pero sinceramente ¿Quién se podría atrever a llenar y maltratar un LV para ponerlo a prueba?.

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Por: N.P | fashionóloga

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