Sábado, 11:30 am. Cerca del metro Salvador se pueden divisar grupos de jóvenes usando capas negras con solapas de color. Algunos van vestidos como escolares, con camisa y corbata, son los chicos y chicas de la Comunidad Rowling Chile quienes infatigablemente cada sábado, se reúnen desde hace unos 4 años en el Parque Balmaceda cerca del Café Literario.
Llegamos invitados por Francisca, la Hermione Granger de la comunidad, quien nos explica el programa de cada semana. Todo es muy organizado, siendo como primera actividad, la reunión general de todas las Casas. Porque al igual como en las historias de Hogwarts, esta comunidad se divide en Casas: Griffindor, Slytherin, Hufflepuff y Ravenclaw. Cada cual debe ganar puntos, esforzarse por ellos y lograr que su Casa sea la mejor. En la reunión general, la cual es guiada por el Director de la Comunidad, se comunican las próximas actividades, se da el aviso que se fabrican varitas mágicas a pedido y se recibe a los nuevos integrantes, los cuales, deben pasar por el Sombrero Seleccionador, que esta vez no fue más que un improvisado gorro de parka. Los nuevos, deben someterse a una prueba psicológica (para ver a qué casa corresponden) y un test de conocimientos, porque acá nada es al azar y existen encargados para esto. Francisca nos explica: “Esto se hace para detectar a los que llegan sólo por la películas”. Por eso se definen como una comunidad literaria, unidos por el cariño y gusto por la obra de J.K. Rowling.
Pasan dos chicos y una chica por el Sombrero, que es manejado por uno de los integrantes quien les habla y les dice frases a cada uno. Cada chico se va a su nueva casa, donde es recibido con gritos de alegría y abrazos de sus nuevos camaradas.
La reunión continúa y el Director realiza una pregunta por 15 puntos para la primera Casa que responda. Es una pregunta bien cabrona, solo apta para lectores expertos de la saga. ¿Con qué día de la semana comienza el cuarto libro? Segundos de silencio hasta que se alzan algunas manos. Miércoles, dice una chica. No era la correcta, hasta que otra integrante acierta y se llevan los puntos.
Posteriormente, el grupo se divide para las reuniones de cada Casa y nos vamos a Griffindor, donde se entregan diplomas para los mejores del grupo, por su participación y compromiso, nos cuentan que esto es muy importante porque hay personas que dejan de ir o sólo van un par de veces. Al contrario, hay algunos muy comprometidos; incluso si está lloviendo, no dejan de reunirse todos los sábado con sus grupos. Cada 6 meses, se elige al nuevo Jefe de Casa por votación interna. Este debe exponer propuestas e ideas para que su casa sea mejor, cual candidato a presidente.
Ahora nos vamos a la Clase de Pociones, dirigida esta vez por una de las chicas. Las clases pueden ser propuestas por cualquier integrante de la comunidad, obviamente, todo dentro del universo de Harry Potter y la magia. En esta ocasión la Clase de Pociones, consistió en experimentar con botellas de Coca-cola y Mentos. Los Estudiantes, sentados al borde de una fuente de agua seca se preparan para mezclar los ingredientes y esperar a ver la reacción química. El resultado fue algo bastante divertido y con mucha participación.
En el intertanto, conversamos con el novato integrante Pablo, un colorín de 19 años al que de inmediato todos llamaron como el Ron Weasley del grupo. Nos dice que llego a la comunidad por intermedio de su hermana, (también perteneciente a Rowling Chile) que le encanta la literatura fantástica como Twilight, de la cual también participa en su comunidad, y llego a este grupo por el cariño que le tiene a la saga del mago. Él destaca el ambiente de amistad y buena onda entre todos. A su lado se encuentra Sarita, una niña de 12 años que frecuenta el parque hace un par de semanas, dice que le encanta Harry Potter pero que sólo ha visto las películas y que los chicos de la Comunidad la dejaron integrarse con el compromiso de leer los libros.
Lo siguiente es la clase de Duelo. Los Estudiantes, se ubican en filas frente a frente. En el medio, el director y otro integrante dirigen la clase mostrándoles cómo deben reaccionar a los distintos encantamientos y hechizos. Con bastante histrionismo, los Estudiantes saltan, se retuercen y hasta gritan cuando lanzan las palabras Expelliarmus, Aquaeructo, Aquamenti empuñando sus varitas mágicas (algunos con improvisadas ramitas de algún árbol).
No todos los chicos de la comunidad participan de estas clases, algunos luego de las reuniones se quedan en los alrededores sentados conversando. Nos acercamos al grupo de Slytherin, vestidos como escolares, (con capa y todo) nos dicen que no les gustan las clases de duelos, prefieren hacer otras actividades. Es el caso de Massiel, la mayor de la comunidad y una de las que más sabe de la saga. Cada cierto tiempo deben pasar por un test de conocimientos y probar cuanto saben de la obra de J.K. Massiel nos cuenta que ha sacado el puntaje perfecto un par de veces. Nos dice además que en su vida “normal” es secretaria y que llegó a los libros cuando le prestaron el cuarto capítulo y quedo enamorada al instante. Los demás chicos nos cuentan que están con “depresión” por el final de la saga fílmica, ya que es lo último que les queda por esperar de Harry y su mundo. Creen que luego del estreno de la película, la comunidad tal vez decaiga y que ya no será igual, nos cuentan que es el temor de todos. Aun así creen que las amistades forjadas en torno a la Comunidad continuaran.
Termina la jornada y varios se despiden diciendo “hasta el próximo sábado”. El compromiso es fuerte y se siente en ellos el cariño por la saga, porque a fin de cuentas, muchos de ellos tienen la misma edad del mago y han compartido el paso de la niñez a su juventud acompañados de esta historia de magia y aventuras, la cual comienza a decirles adiós.
Clase de Pociones
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Clase de Duelo
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Agradecimientos a la Comunidad Rowling Chile, Francisca, Rubén Gaete y todos los chicos que nos recibieron y conversaron con nosotros al hacer esta nota.