Tratamientos de conductos que se quiebran y uno termina perdiendo la pieza. Hoy uso frenillos para llenar espacios.

¿A cuántos no le ha pasado?
Tienen una carie en una muela, se la arreglan. Años después esta misma muela empieza a doler con furia y el dentista dice que se debe realizar un «tratamiento de conducto», esto es ahuecar el diente para llegar al nervio, cauterizarlo y taparlo otra vez. Al tiempo después, mientras uno come papas fritas, esta maltratada muela se quiebra, porque su «caparazón» estaba muy delgado y frágil después del tratamiento anterior, vienen las coronas. El dentista pone un perno y manda a hacer a laboratorio con un molde la muela. Perfecto. Pasa el tiempo y esta corona se muere y después de una tortura lenta se pierde la pieza. Lo que quedaría, sería poner un implante.

Eso me pasó, con 3 muelas, a pesar de mi obsesión con la limpieza y con lo meticulosa que soy con el lavado de dientes, soy generadora de caries, me cuido todo y siempre me estoy revisando los dientes con el dentista para evitar cualquier carie destructora, pero por más que tome precauciones, siempre termino viviendo el proceso anterior, pero peor.

Les cuento mi caso.

Viví el proceso de la muerte dental que mencioné al principio en dos piezas continuas, el molar y un premolar: carie -> tapadura -> tratamiento de conducto -> corona -> perdida de la pieza -> evaluando ahora los implantes para no quedar con un hoyo cuando me ría. Pero en la etapa «corona», me salió un quiste sobre la encía, sobre el diente. Entonces perdí el molar el mismo mes de haber sido puesta la corona y después de dos operaciones de eliminación del quiste.

Les juro que fue una tortura, especialmente porque el dentista que puso la corona y operó el quiste me rellenó el hueso con amalgama (todos sabemos que está obsoleta y que libera plomo al organismo), esto manchó mi encía en la zona de color negro, porque quedaron partículas de metal y amalgama entremedio, esto se conoce como «tatuaje por amalgama» y no se logra desmanchar pero si lo tienen, lo más seguro es que deban quitar la pieza dental que antecede. Entonces quedé con una muela menos, pero no se veía porque era de atrás, pero la corona delantera comenzó su etapa final de la muerte anticipadamente debido a lo débil que quedó con la operación, pero ahí si que se me notaría la perdida cuando sonría, así que decidí ponerme los implantes.

No existe evidencia que el tatuaje de amalgama pueda causar daño en el organismo, sin embargo recientemente ha surgido mucha preocupación en relación a su asociación con la contaminación mercurial. Los restos de amalgama parecieran relacionarse con niveles elevados de mercurio sistémico, por lo cual su eliminación pareciera estar completamente indicada.

Fui al dentista, me tomé las radiografías y todo el rollo, me dio el presupuesto (millonario por 2 implantes + injerto de hueso y demases) así que me fui y lo medité y mirándome los dientes en el espejo, quise consultar «a la loca», sobre ponerme frenillos porque las muelas del juicio habían enchuecado un poco mis dientes, los cuales nunca fueron derechitos pero tampoco estaban terribles.

Fui al ortodoncista y efectivamente, mis dientes estaban chuecos, las piezas perdidas dejaron espacios que se podían ocupar enderezando los dientes, así que sí, era la mejor opción por sobre los implantes (que si me los ponía después no se puede poner frenillos porque quedan estáticos, impidiendo la movilidad de las otras piezas). Más barato y con resultados estéticos mejores.

Me puse los frenillos, me sacaron mas premolares en la parte de abajo (zona que no tenía ningún problema), pero que estaban chuecos, para moverlos, y arriba, donde tenía el caos, usaron los espacios que ya estaban muertos.

Una foto publicada por Geek and chic (@geekandchic) el

Al principio odié los frenillos porque me dolían las mejillas, que con el roce se rompía la boca, comencé a hablar extraño, porque tenía la sensación que la boca no se cerraba bien, como que los frenillos «frenaban» mis labios, así que andaba como pato para no rosarlos.
Me puse frenillos de porcelana, y ahí si que fue super estético, porque no quería que se notaran tanto, me salieron como cl$450mil ($100mil más que los metálicos), y sí es mas caro el control (cl$10mil más que los tradicionales).

Les cuento todo esto porque quería que supieran que la mayoría de las personas tiene problemas dentales en Chile, la mayoría son cosas muy comunes y no tienen porque avergonzar a nadie. Y recordarles que no siempre las soluciones más inmediatas son las mejores.

Los implantes no siempre son soportados por todos, mucha gente rechaza los pernos que van en los huesos y pierden el tratamiento.

Los frenillos son una opción que mejoran todo a largo plazo y con resultados maravillosos. Lo mejor: sin seguir traumando con mas operaciones ni metiendo cosas, las encías, huesos y dientes.

Cualquier duda, pueden consultarme. Yo, al igual que ustedes sigo sintiendo que los dentistas hacen mal la pega a propósito para que volvamos a ellos, porque ¿cómo tanto el proceso para que muera un diente? En fin, ya estoy en esto, invirtiendo en mi sonrisa por sobre otras cosas (hay algunos muy inconsecuentes con celulares ultra caros o carteras millonarias pero con la «embarrá'» en la boca, ultra absurdo, preocúpense de la sonrisa primero), y no puedo culpar siempre al resto por mi dentadura, así que estaré en esto un buen rato para ir contándoles cómo me va.

12 Comments

Leave a Reply

Your email address will not be published.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.