Fui a ver Planeta de los Simios: Confrontación (Dawn of the Planet of the Apes) gracias a unas entradas maestras que me gané en un concurso maestro.
Uno podría decir: para qué voy a escribir algo sobre esta película si ya TODOS están haciendo algo sobre esta película. Pero de eso se trata: escribir algo, no una crítica que para eso hay gente muy seca, si no de escribir lo que uno siente con las cosas, lo que le queda en la guata (aunque sé que ustedes geek&chics no tienen guata, obvio).
Era un día de aquellos memorables para ver películas.
Lluvioso y caótico, como el clima de la película.
Ni que Urano hubiera dicho «mmmh, nuestra geek&chics va a ir a ver #DOTPOTA así es que lanzaré una lluvia adhoc».
En fin, la ví y me pasó algo que no me pasaba desde The Departed: salí y ya la quería ver de nuevo.
La historia parte una década después de Rise, la primera parte de esta saga, y es necesario haberla visto. Creo que si han visto la primera de Charlton Heston (sí, la de 1968), también aporta su algo porque hay al menos un guiño y una pista de lo que continua en mi modesto parecer.
10 años después de que Caesar se fuera al bosque y dejara la fox en el Golden Gate, formó una familia y una comunidad en los bosques de las afueras de San Francisco, con TODO lo que eso significa #iykwim y es el líder de esta comunidad cuyo gran pilar es «simio no mata a simio». ¿Se imaginan que los humanos fijaran esa máxima como pilar de la humanidad? en una de esas terminamos todos crucificados por hablar de amor al prójimo 😛
Los simio-amigos que hizo en la película anterior están con él, en la comunidad y tienen roles bien especiales producto del pasado que tuvieron, y del presente que les toca.
DATO: por eso si no se acuerdan bien de Rise, véanla antes :). Este es un consejo de su amiga geek&chic.
Caesar está en el bosque, los humanos que quedan en la ciudad, sin luz, sin energía, sin comunicaciones, sin internet, sin saber qué pasa más allá del puente. Sin nada. Precariedad pura y dura. Caesar y su gente están en un hábitat que les es propicio, es una ventaja, y los humanos en uno que apenas pueden manejar.
Así las cosas, los humanos van al bosque a buscar una represa para hacerla andar de nuevo y poder generar energía. Ya saben como la energía cambió las cosas para la sociedad 250 años atrás, los humanos ya no sabemos <ni podemos> vivir sin ella. Es nuestra desventaja. Y haríamos cualquier cosa para recuperarla. Incluso…
Entonces los humanos van al bosque encontrándose con esta comunidad, algunos humanos la entienden, otros no. Unos aceptan las diferencias y similitudes y las abrazan, otros no.
Igual los simios. En todas las sociedades hay elementos más ultras dispuestos a todo. Aquí no es la excepción, en ninguno de los dos lados, y detona la confrontación.
Estuve varias veces a punto de llorar, y en una me cayó mi lagrimita, porque qué genial como el director y los guionistas traspasan los valores de sociedad, amor, lealtad, cooperación, entendimiento de las diferencias, sacrificios en virtud de alcanzar objetivos superiores!! Y que Caesar sea el gran porta estandarte de esos conceptos de verdad que sobrecoge.
Pero como dicen por ahí, aquí no hay buenos y malos: a man gotta do what a man gotta do.
Técnicamente es preciosa. Una obra de arte. Los efectos especiales están muy pero muy bien hechos. Se te olvida que todos los simios son digitales, creo que el hecho de que llueva y llueva y llueva y esté feo el día contribuye a eso. Y las caras y expresiones de Caesar son sencillamente geniales, Oscar al que inventó eso de los sensores en la cara y a Andy Serkis por poner esas caras. Hubo una pura escena que me molestó visualmente un poco pero culpo al 3D (si pueden véanla en 2D no más), pero hay otra que la encontré muy Lo que el Viento se Llevó y quedé pa’dentro. Paf! carnet al suelo 😀
Lo «curiosos»: ¿cómo lo hace Felicity para estar regia estupenda 15 años después de ser joven y estupenda? El actor que hace de Malcom… tiene un tremendo aire a Heston (joven) sobre todo en unas tomas que le hacen. El cambio de hábitat al cierre: creo que es notoriamente a propósito para lo que viene. Y finalmente: ¿¿cómo Samuel L. Jackson se las arregla para estar en todas las mejores sagas?? (excepto matrix) Quiero ese agente AHORA!
En resumen: sobran Kobas y Dreyfus, faltan Caesars y Maurices 😉
Vayan a verla, alucinen y disfrútenla tanto como yo.