El 6 y 7 de abril vivimos la experiencia musical más fascinante y agotadora de nuestras vidas. Tuvimos la misión de asistir al festival más importante de la música en Chile: Lollapalooza.
Para muchos de nuestro equipo fue la primera vez, las dos versiones anteriores del festival las ignoramos por varios motivos, así que fueron los encargados de reportear.
En mi caso particular, evité ir las veces anteriores porque no estaba dispuesta a pagar una entrada para ver a un par de grupos tocar durante 1 hora. Los fanáticos siempre queremos que nuestros artistas queden sin voz en el escenario, una hora no es suficiente para un fan. Siempre espere los sideshows por eso mismo. Tampoco me interesaba el hecho de compartir con gente que probablemente no iba «because of the music», sino porque era «el evento» y debían asistir no mas, ¿cansarme durante dos días? quienes trabajan las 45 horas en la semana entienden el valor sagrado de un fin de semana de descanso, así que esta misión era un desafío importante.
El primer día llegamos con las expectativas de un desadaptado… o sea muy pocas o ninguna.
Comenzó Hot Chip, un poco tibio, pero bien, la gente realmente disfrutaba el concierto, respetaron la hora del show, impecable.
Seguimos con Of Mosters and men, suenan espectacular, ellos amaron al publico y nosotros a ellos, lo que se agradece porque «como que nos sentimos orgullosos», sobretodo si dicen que «el publico latino» es su favorito. La gente coreó y cantó todo. Muy buenos, de hecho descargué su disco porque solo conocía los singles que la difunta Horizonte me regalaba. Nos fuimos a ver Two Doors cinema club, suenan muy bien, ellos disfrutaron el concierto tanto como los asistentes, y el publico vitoreaba cada vez que Alex Trimble tomaba cerveza y preguntaba capciosamente «qué es esto?». En ese minuto nos fuimos a esperar a Kaiser Chiefs, a quienes habíamos visto la vez anterior cuando telonearon a REM y nos dieron 60 minutitos de su música entre gente «no estaba ni ahí» con ellos…
Seguimos con Of Mosters and men, suenan espectacular, ellos amaron al publico y nosotros a ellos, lo que se agradece porque «como que nos sentimos orgullosos», sobretodo si dicen que «el publico latino» es su favorito. La gente coreó y cantó todo. Muy buenos, de hecho descargué su disco porque solo conocía los singles que la difunta Horizonte me regalaba. Nos fuimos a ver Two Doors cinema club, suenan muy bien, ellos disfrutaron el concierto tanto como los asistentes, y el publico vitoreaba cada vez que Alex Trimble tomaba cerveza y preguntaba capciosamente «qué es esto?». En ese minuto nos fuimos a esperar a Kaiser Chiefs, a quienes habíamos visto la vez anterior cuando telonearon a REM y nos dieron 60 minutitos de su música entre gente «no estaba ni ahí» con ellos…
Esta vez la cosa era distinta, la gente los esperaba y cuando salió Ricky Wilson, tan tan flaco que no lo reconocí, pensé que nos estaban engañando pero comenzaron con su show cargado de energía, partiendo con Never Miss a Beat, Everything Is Average Nowadays, hacer que todos canten del alma Everyday I Love You Less and Less, salten Na na na na na, corearan Ruby, se volvieran locos con I Predict a Riot, cantaran al unisono The Angry Mob y terminaran con Oh My God entre varias y mientras Ricky saltaba, trataba de romper las baquetas, escalara los pilares… todo un Show.
Ya casi teníamos las pilas agotadas, si fueramos un smarthphones nos hubiésemos apagado hace rato, pero seguimos la fiesta. THE HIVES, se lucieron, Howlin’ Pelle Almqvist no paraba de hablar en su español, se le agradece su interés de comunicarse con el publico y tener un feed back más cercano, aunque algunos solo querían que cantara. La última vez que estuvieron, como decía Howlin, hace 4 años… muy mal dejar esperando tanto tiempo a sus fans. Los amamos porque su Garage Rock, Garage Punk, Rock Alternativo, llámelo como quiera, hizo estallar el parque O’Higgins.
Luego nos fuimos a ver Major Lazer, mientras todos disfrutaban a Queen Of The Stone Age que tenía a todos cantando y emocionados, especialmente cuando invitaron a Eddie Vedder a cantar con la banda, en lo que sería un preShow PJ. Pero sí, nosotros nos fuimos, queríamos bailar…
Major Lazer mezclaron temas de los Prisioneros, Eurythmics, Elvis Crespo, etc. con sus ritmos electrónicos bajos fusionados con el electro house, reggae y dancehall, que hacían mover hasta un paco inglés. Lo más divertido es que manejaban tan bien la fiesta que hasta un Harlem Shake hicimos (lo grabamos medio mal, pero algo es algo).
Salimos antes, con la esperanza de ver bien a Pearl Jam, pero no, todos los asistente del primer día de Show, estaban reunidos esperando el plato de fondo, que terminó con fans repitiéndose el plato por cuarta vez y fuegos artificiales en el cielo.
Fue un día perfecto.
Ya el domingo la energía era un poco menor, perfecta para disfrutar sentaditos en el pasto a Keane, que suena en vivo igual a los discos. Ir picoteando de aquí para allá, de allá para acá… hasta ver lo que para nosotros sería el plato fuerte de ese dia: Franz Ferdinand.
Kapranos, nuestro querido amigo del alma (ojalá) cantó, «baterío», nos hizo saltar, etc. Comenzó con No You Girls, Tell Her Tonight… canto material nuevo, gritamos con Do You Want To, Take Me Out, mezcló Can’t Stop Feeling con I Feel Love de Donna Summer y terminó volviéndonos locos con This Fire.
Si queridos lectores, la pasé fantástico, arrepintiéndome de no haber visto a mis bandas favoritas los años anteriores. El espíritu del público es muy melómano, respetuoso, con ganas de disfrutar, de tener dos días llenos de buena musica. La organización muy buena, según lo que dicen los experimentados, ha mejorado mucho, no se vio el basural, porque tanto el publico como ellos se encargaron de mantener, de reciclar y limpiar. Muy bueno.
Está claro que en agosto compraré las entradas en verde.
Estaremos cargando más fotos…