Tengo una compañerita de trabajo que es muy buena persona y siempre me deriva pegas, es muy generosa y comparte sus conocimientos con los demás. Algo muy escaso por estos días. Pero mi compañera tiene una sola cosa que me descoloca: Es la persona más hiperventilada que he conocido en el mundo real. Hago la separación dado que en el mundillo de twitter he leído aberraciones cómo “S.O.S tengo una infección urinaria #dolor” “Me queme la pierna con cera, #Fail”, “No me tomé la pastilla”. Si tienes infección urinaria, anda al doctor o googlealo y punto. Si te quemaste, corre por primeros auxilios en vez de estar twitteando. Y si no te tomaste la pastilla, compra condones y fin. Y así la lista de estupideces sigue y uno cuando las lee queda perpleja, porque la verdad es que a nadie le importa.
Volviendo con mi compañera, si ella tuviera twitter sería 1000 veces más brígida, y lo más probable es que ya la tendría bloqueada por latera. Pero el otro día en el mundo real, me incomodó muchísimo: Estabamos en un baño público y esta señorita a viva voz, describió un encuentro sexual que tuvo. En el baño estábamos nosotras y dos abuelas… Otra vez contó delante de varias personas que no eran de la confianza de ninguna de las dos, que un amigo la pilló teniendo sexo en su casa (con descripción incluida, puaj) … Y los minos, que quedan tan locos con ella…Las personas hiperventiladas alucinan con quien sea, la cosa es que el mundo escuche cuan maravillosos y osados son. De las osadías que nos cuentan quizás un 20% sean ciertas, lo demás probablemente es mitología. De hecho, cuando uno es chico también cae en esas pastelerías, lo importante es descartarse de eso y darse cuenta de la verdad. Es por eso que hay 2 clases de personas en la vida: Los que superan este impass y son capaces de tomar decisiones por si solos y deciden que el mundo da igual y aquellos que viven en la esclavitud del “qué dirán” y necesitan impresionar al del lado cueste lo que cueste. Lo único que me gustaría decirles a esta especie es que en realidad al mundo no le importa qué comen, cuantos polvos se han echado o que cresta les pasa. Lo más importante es que el día que lo entiendan, serán absoluta y completamente libres.