En el programa de Jimmy Kimmel hicieron un experimento-social: le mostraron a la gente el iPhone 4S pero les dijeron que era el nuevo iPhone 5.
El resultado es sorprendente, la gente no notó la diferencia y peor aún, lo encontraron más liviano, rápido y brillante.
Esto nos sorprende demasiado ¿tanto es el enceguecimiento de los fanáticos que por suponer ser una mejora, lo que sea que anuncia Apple, lo encuentran superior? ¿O serán las cámaras que impulsaron a la gente decir cosas buenas de la manzana?
Obviamente el iPhone mejoró en comparación con el modelo anterior, pero no tanto y si lo comparamos con otros equipos, claramente nos damos cuenta que no es «LA» actualización… si no me cree, lea aquí!