Llegó el sábado 23 de marzo y H&M abrió sus puertas en nuestro país. Con un éxito avasallador, H&M vino a volar traseros al resto de las tiendas ¿Por qué? Simple, ofrecen las 3 B que siempre buscamos: Bueno, Bonito, Barato. No quisimos someternos al colapso de ir el mismo día de la inauguración, así que probamos suerte en la semana. Conversando con los vendedores, decían que la tienda estaba igual de llena que el fin de semana. Lo más probable es que este ritmo se mantenga el primer mes. Es la novedad, como lo que pasó con el Costanera.
Volviendo a lo principal, quedamos maravilladas, esa es la palabra. El primer piso, está dedicado a la ropa de mujer, algo más formal, tallas grandes, accesorios y zapatos. El segundo piso, está hombre, mujer juvenil, niños y lencería. Reponen ropa todos los días y está todo separado por colores, estampados y texturas…hasta que llegan las hordas claro está.
H&M lanzó una línea hecha especialmente para Chile, que es un poco más cara y en una gama de colores más conservadora, pero de gran calidad en la telas. Si revisan las etiquetas, se encontrarán con algodón, seda, lino, etc… La línea juvenil se llama Divided y es más entretenida en lo que respecta a la gama de colores, ofreciendo infinidad de posibilidades para mujer y también para hombres, que tanto sufren porque no encuentran diseño y calidad (esta es la primera vez en la vida, que mi novio se demoró más que yo en vitrinear).
Un tema aparte son los accesorios, en un sector de la tienda, donde encuentran anillos, aros, pulseras, pedrería, todo lo que se les ocurra con una variedad de precios que parten en los 990 pesos.
La llegada de H&M es un mega llamado de atención para que las tiendas equiparen los precios y calidad. Mientras más oferta exista, mejor es para el consumidor final.