Si creías, como la mayoría, que cerrar las aplicaciones en segundo plano que no estabas usando en tu iPhone ayudaría a no gastar la batería, estás equivocado.
Así lo confirma Craig Federighi, jefe máximo del desarrollo de iOS y OS X: cerrar las apps no ahorra batería.
A diferencia de los equipos Android, el iPhone congela las aplicaciones abiertas que no están siendo usadas y que por el contrario, mejoran el gasto de recursos porque el equipo mismo gasta más batería iniciando una aplicación que «descongelándola.
Obviamente esto se aplica a los equipos de la manzana, pues otros equipos si recomiendan cerrar las apps que no se están usando.
Muchos dicen que por lo menos cerrar las aplicaciones del iPhone, si bien no nos salva de que se gaste la batería igual, ayuda a que no se gaste recursos de la RAM y que no ande lento el equipo. Algo de verdad tiene, pero más que nada, cuando un equipo «se pega» y anda lento es por una cosa de capacidad también, ya que si tu iPhone de 16gb está con 15gb ocupado entre fotos, música, videos y aplicaciones, ese giga restante se ve apretado por el uso general de apps, en este caso más allá de cerrarlas es mejor liberar espacio eliminando cosas innecesarias.
Si quieres mejorar la vida de la batería de tu equipo, es mejor dejar de usarlo como espejo, dejar de seguir el recorrido de dónde viene tu UBER como decían las chicas de PopSugar.