Así es, viene el ex The Beatles, quién carga con el rumor que no es el verdadero, pues el original estaría muerto y este sería su doble.
Nos encanta su música, no hay quejas contra eso, pero sí las hay contra la productora que los trae, quienes están cobrando precios absurdamente caros, que abofetean la integridad de quienes son fans pero no tienen recursos, ya que para disfrutar de una buena ubicación deben ganar el triple de un sueldo mínimo.
Y si es que existe algo más discriminador en este ámbito son estas divisiones de VIP TOP PREMIUM, VIP TOP, Platinium, golden, golden nuss, dinamante, etc (hay 12 ubicaciones…. DOCE) Qué onda?.
(foto: G. Dicker F.)
Recuerdo la segunda vez que vino U2, ahí nació esto de cobrar ultra caro por un ticket de entrada, y ahí también nacieron las súper divisiones de gente con plata o pitutos y gente pobre y sin «conocidos influyentes». Paradójico no?, U2 voceros de la igualdad y de la lucha humanitaria.
(foto: EdgeFest)
No quiero hecharles la culpa, ya que ellos hacen contrato con la productora que los trae, les cobra un precio por su show y son estas las que le ponen precio a la entrada, solo me llama la atención que no se preocupen de regular eso, ¿cómo Bono no va a querer que todos tengan las mismas oportunidades para verlos?. Y es en esta instancia donde los «sucios productores» (lease como «¿qué haces besando a la lisiada?») cobran mil mil mil más caro, porque imagino que piensan que llegarán los zombies, la humanidad se acabará y ellos deben aprovechar la oportunidad única de desbancar a la gente.
Cuándo vino ColdPlay un periodista en la conferencia le preguntó a los chicos qué pensaban de los precios descabellados de las entradas y estos pobres «cabros» quedaron «plop»!… no tenían idea de lo caro que estaban los ticket, ya que son aún mas caros que en cualquier otro lado, así que su forma de apalear esta injusticia los «lolitos» empezaron a regalar a destajo invitaciones VIP a todos los seguidores que los fueron a ver al hotel.
Jarvis Cocker, más «piolita» este chiquillo, tuvo conciencia e hizo lo mismo.
(foto: Timothy Norris)
Lo que más pena me da ante esta situación, que igual tiene su cuota de resentimiento, es que hay gente que recibe invitaciones ultramegamacrohiperarchisuper VIP del dinamante del tiempo y que ni conocen a la banda que está frente a ellos, o solo conocen el hit de la radio. Es ahí cuando a uno le entra la «pica», porque a una SI le ENCANTA la banda, se sabe hasta los lados B, los covers, las colaboraciones, TODO del grupito, pero no puede pagar la entrada «T_T». POR QUÉ??????, pasó en el 2º concierto de The Killers, en el vip habían puras «niñas bien» que no sabían nada, pero estaba ahí porque la «Cata se consiguió entradas con la Jeshu que trabaja en la productora» (lease con voz de «cuica carraspeah»). (¬¬´)
Existen idealistas que llaman a la gente a no comprar entradas. Que sería la solución y además un castigo comunitario a estos sucios productores que quieren asegurar la eternidad económica de «Juan DG Medios» (en este caso).
Pero hay fanáticos que esperan AÑOS para ver a esa banda que sonoriza sus vidas y que verlos los hará morir tranquilos, ¿cómo le dices que no vaya al concierto para castigar a la productora?… es complicado, yo creo que lo mejor es no comprar entradas hasta última hora, para que los «locos» se asusten y bajen los precios, o de frenton buscar la forma «Jack Sparrow» (:O).
En fin, los $530.000 (más de mil dólares) que cobran por la entrada a este concierto de Paul McCartney es una falta de respeto, falta a la moral, es anti-ético.
Y lo peor es que la ubicación más cara cuesta solo uS$2500, la módica suma de $1.182.000 (varia según el precio del dólar obviamente) y se venden en el sitio oficial de Paul, ¿en qué quedó esto de «I don’t care too much for money, money can’t buy me love» don Paul?
#eso