Muchos me molestaban porque en mi cartera siempre andaba trayendo una «cortapluma», solían bromear con que «iba a asaltar a alguien» y cosas por el estilo, pero siempre agradecían que la tuviera cada vez que necesitaban una tijera, un cuchillo, un desatornillador, un abrelatas y por sobre todo, un destapador para las botellas.
Es una herramienta multiuso y agradezco al suizo que se le ocurrió crearla porque cada vez que he necesitado algo, ahí está para resolver los problemas, sobretodo en los viajes.
Más allá de salvar siempre las «pinzas» como herramienta infaltable cuando nos preguntan «¿qué cosa escogeríamos si nos quedamos en una isla desierta?», yo salvaría la navaja suiza, porque esta también tiene pinzas.
Hay unas navajas que tienen de todo pero son muy aparatosas, aunque de todas maneras la amaría tener una así, soy feliz con la básica, y si prefieren algo más pequeño, existen navajas «petit» que pueden llevar en el llavero.
LA AMO, definitivamente no puede faltar «en la cartera de la dama ni el el bolsillo del varón».