Vamos a darle comienzo a está nueva sección, en donde revisaremos grandes clásicos de los videojuegos, con uno que es como el clásico de los clásicos, en la reunión de los clásicos: el cartucho de Mario Bros/Duck Hunt.
Este, cartucho que venía con la mayoría de los NES ahí a comienzos de los 90s (mediados de los 80s en el mundo desarrollado) incluía 2 maravillosos juegos; la primera super aventura de Mario y Luigi fuera de las cloacas, y otro juego que aprovechaba el poder destructivo de la pistola Zapper, para acabar con una serie de malvados patos que buscan conquistar el mundo (porque de eso se trataba, ¿verdad?).
Cuando insertábamos este maravilloso cartridge en nuestra consola, aparecía un menú en donde podemos elegir uno de los juegos. El primero, Mario Bros, es como el padre de las plataformas. Ojo, no es el primer juego del género, pero es el que logró hacer funcionar bien el sistema de juego. ¿Por que? Según yo, porque el control es maravilloso, Mario salta a donde tiene que saltar, las etapas son difíciles pero no imposibles y cuenta con una gran banda sonora (ta-ta ta ta ta ta… tan!).
En este juego debemos pasar por los 8 retadores mundos del champiñon, en busca del castillo en donde se encuentra secuestrada la princesa, que no recuerdo si era Peach, Daisy o Toadstool, pero una de esas chiquillas era la raptada. ¿Quien era el culpable? Ni más ni menos que quien se convertiría luego en el mayor enemigo de Mario: Bowser… ¿o era Koopa? Maldición, en verdad estos cambios de nombres en los videojuegos me complican…
Bien, como decía, eran 8 maravillosos mundos en donde destacaban el mundo del agua, el mundo de la noche o el mundo de la nieve. Al menos yo les decía así.
Dentro de estos niveles nos encontramos con peligrosos enemigos como las goombas, que son como unos furbys malvados; las tortugas, que siempre he pensado que no tenían ninguna intención mala para con Mario; y las que yo cuando chico pensaba que eran las Tortugas Ninja, pero luego descubrí que se llamaba los Hammer Brothers y me sentí súper tonto.
Hay que decir además que este juego fue bien innovador tecnológicamente hablando, porque desarrollo el scroll de pantallas, o sea, no eran varias pantallas las que había que pasar, si no que una larga, cosa que hoy parece como obvio, pero en ese entonces fue casi tan importante como la llegada a la Luna. Si no me creen, revisen la versión de Mario Bros que salió para, creo, el Commodore y van a ver la tremenda diferencia…
Habían también un par de buenos trucos para este juego, como por ejemplo los tubitos que te llevan a mundos más avanzados o el mítico mundo -1, que en realidad es un error de programación, puesto a que al ser un mundo «-«, la consola como que no entiende que pasa y hace que la etapa no termine nunca. Yo siempre me pregunto, ¿quien habrá sido el ocioso que descubre este tipo de cosas?
En fin, Mario Bros, un super mega clásico que nos ha acompañado toda la vida, con sus ya casi infinitas re ediciones, creo que siento la última la que apareció para el Nintendo 3DS, y que hasta el día de hoy sigue funcionando muy bien como videojuego, si para que mentirnos, el Mario Bros Wii es la misma cuestión…
Pero como expliqué antes, el chiste de este cartucho es que traía otro súper juego. Estamos hablando de Duck Hunt, que nos ofrece una experiencia totalmente distinta a la de Mario.
Duck Hunt nos permitía utilizar la pistola Zapper, aquella joyita plastica de color gris y rojo que venía incluida con nuestra consola, para tratar de detener a unos malvados patos y a su amigo perruno quienes quieren conquistar el mundo. Lamentablemente un error de programación hacía imposible matar al perruno, por lo que nos tenemos que resignar a escuchar sus risas cada vez que uno de sus patos aliados lograba escapar de nuestros disparos. Además, perruno siempre se sale con la suya, puesto a que cuando logramos derribar a sus secuaces patos, perruno lo logra rescatar de entre los matorrales, de hecho nos muestra que lo rescato… ¡y se ríe! Moraleja: el mal siempre triunfa en Duck Hunt.
Como estaba contando, para este juego usamos la pistola, y todo se reduce a disparar a la pantalla. También un segundo jugador puede utilizar el control para mover a los patos, pero en verdad es re fome esa pega, casi tan fome como el segundo player de Mario Galaxy, o sea, super fome.
Además de los patitos, Duck Hunt también trae una opción para destruir unos discos, que yo cuando chico pensaba que eran unos UFO, y eso hacía que el juego fuese más emocionante.
Lo único malo de estos juegos es que, por la tecnología en la que funciona la Zapper, ya no funcionan en nuestras teles modernas hd, por lo que para jugarlo necesitarás conseguir una tele viejita, ¿ven que los viejos también sirven de algo?
En fin, la verdad es que yo siempre tengo grandes sentimientos de cariño por este cartucho clásico, el cual aun guardo con mucho amor en mi cajón de videojuegos. Los invito a que compartan ahí abajo sus memorias de Mario Bros o Duck Hunt, y si quieren también me sugieren algún otro clásico para que lo conversemos la próxima semana.
Saludos!
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Por @NicoLorca