La semana pasada fui al cine sola.
Y no lo digo con pesar por el hecho de «pobrecita va sola al cine». Nada que ver.
Soy resuelta en ese sentido. Es más, me acomoda demasiado ir sola. Nadie me atrasa, no espero que nadie vaya al baño, o compre algo, o que se atrase y me pierda los trailers… etc.
Me estaba cargando ver como pasan y pasan películas en el cine, que sí tengo ganas de ver ahí y me carga el hecho de que no me anime a ir simplemente por que «no tengo con quién». La típica es ir con tu gente más cercana, amigos, pinche, lo que sea. Pero últimamente el #foreveralonismo me invade así que preferí ir sola.
De este proceso lo único que me complica es el típico comentario post película, que en realidad es necesario. Desde que te ayuda a digerir la película y teorizar al respecto hasta reirte en complicidad cuando algun personaje espectador en el cine es desubicado, le suena el celu o hace cosas que llaman la atención.
La necesidad por ir al cine se llama Danny Boyle. Es como un clásico de ultraPop. Lo sigo. Sí. A pesar de Slumdog Millionaire. A pesar de The Beach. A pesar de A Life Less Ordinary (que en realidad no me acuerdo que tan mala era. O quizás fue buena, debería volver a verla mejor).
Independiente de eso, creo que por último siempre tiene algo interesante que contar y el soundtrack SIEMPRE es bueno. Punto a favor. Y aunque estaba entre 127 Hours y Black Swan (le han puesto tanto color con la Natalie Portman), la tradición tira. Y es que ya había tenido que ir sola, de puro ansiosa, a ver Slumdog Millionaire.
La película está basada en un hecho real.
James Franco -el mijito amigo y rival del perno Peter Parker– es el típico buena onda, relax, desprendido y desapegado aventurero extremo. Es tan relajado, que en su salidas en bici, se saca fotos cuando se cae. Simpa.
La historia parte cuando el tipo sale apurado de su casa con sus implementos de «soytanextremoytangilquesemequedalanavajasuiza» camino a un cañon, esos típicos peladeros que hay en USA, secos, que me parecen super fomes pero que pa los deportistas y aventureros loquillos debe ser una delicia.
Todo va de maravillas. El tipo se hace hasta de unas amigas aventureras de momento, se saca fotos, lo pasa chancho. Y parece que uno quisiera ser igual de despreocupado/a que él. Hasta que la cosa cambia: en una mala maniobra de descenso le cae una roca que lo deja con la mano derecha atrapada que le impide salir de la grieta en que se encuentra. Y obviamente se encuentra solo. Más solo que yo en el cine. Se viene entonces una historia de sobrevivencia extrema, que se centra más que nada en el accidente, donde, como dice la bajada de la película «Cada segundo cuenta». No puedo evitar decir que mientras la veía e iba notando la extrema situación del protagonista, me imaginaba un film de los mineros. Pero hecha por Danny Boyle. Imaginense, 33 mineros alucinados viendo cosas de colores. Habría sido más entretenido, no?
Más reseña de la película creo que no se necesita. Sería ser mala onda. Es más: antes de ver la película ví el trailer una sola vez, para no hacerme ni expectativas (como en Slumdog Millionaire) ni para spoilear* mi imaginación con cosas que podrian pasar, y es que soy muy buena inventandole cosas a los guiones a partir de un trailer.
La película me pareció buena, opinión diferente a la de «el joven» que se sentó en el asiento de atras quién dijo de forma exaltada apenas terminó el film «oye la hueá’ mala!». (ese fue el momento en que extrañé algun tipo de compañía en la ida al cine).
Yo me pregunto: como no le puedes rescatar aunque sea 1 cosa a la película? Ya, por último que el loco es rico / actua bien / es tan dije / es amigo de Peter Parker. Cualquiera. O que la música, o la edición. o whatever.
De hecho, la película es muy redonda, ni profunda, ni complicada, ni rara. O sea, tiene toda esa cosa alucinógena que le gusta tanto a Danny Boyle. Alucinación, o como le digo yo «volás de pasta». Aunque despues de 10 años haciendo lo mismo, encontré que esos clichés de edición estan muy poco evolucionados a como cuando partió (comentario hypster y latero aparte). Pero debo confesar que encuentro que no hay Danny Boyle como el de Shallow Grave, 28 Days Later o Trainspotting. Así de simple.
Si pretenden encontrar demasiada profundidad o demasiada historia en la película no la van a encontrar. Tampoco es ligerita ni digna de comprar popcorn. De hecho, (atención, mini spoiler), a mi me dió el medio soponcio en una escena. SÍ, ESA ESCENA. Gore.
En definitiva, es buena. Bien actuada (la película es James Franco y James Franco y sería), bien editada, buen soundtrack. Que más quieren, no sean quejones. Si esas partes funcionan está bien, nunca una película puede ser mala. Hasta la vería de nuevo si no fuera por que tengo que ver muchas películas más. Pero para la otra ya no será tema si voy al cine sola o no.
Imagenes: http://www.foxsearchlight.com/127hours/