Saludos lectores varios. Si bien la semana pasada les recomendé jugar Flower para relajarte, hoy podría decirles que traemos su antítesis en su máximo esplendor, en forma de survival horror.
Quizás para quienes juegan regularmente en PC, el título Outlast les viene sonando hace un buen rato, pues fue publicado en septiembre del 2013 para Windows por el estudio de veteranos Red Barrels (desarrolladores los cuales han trabajado en títulos como; Prince of Persia, Uncharted y Assassin’s Creed), este mes recién se abre paso para la PS4 y se vino gratuito para la PSplus, una razón más para recomendarlo.
Outlast comienza con el siguiente mensaje: “Outlast contiene violencia intensa, sangre, contenido sexual gráfico y lenguaje fuerte, por favor disfrute”.
(Trailer de lanzamiento para PC)
La historia
Outlast se centra en un guión bastante simple y fácil de digerir (sobre todo si ya llevas años viendo películas de terror, donde abundan los clásicos experimentos fallidos o locaciones tenebrosas lejos de la civilización) en donde tomamos el rol del periodista independiente Miles Upshur, quién viene siguiendo una investigación que lo conduce al hospital psiquiátrico Mount Massive Asylum, obviamente te espera lo peor, hordas de pacientes convictos flagelados y mutilados sin control por todo el asilo tratando de matarte (por lo bajo) y tu armado con… eeeeehmm, sólo una cámara de video con visión nocturna, así que prepárate para correr, esconderte y morir durante algo más de 5 horas.
Con Outlast vas a saltar de tu sillón, un montón de veces, al menos hasta que la mecánica del juego deje de impresionarte o mueras tantas veces que ya te aprendas de memoria todo lo que te espera a la vuelta de la esquina, lo cual le quita cierto encanto.
El juego de verdad está muy pero muy bien logrado en cuanto a la ambientación y sonido (favor jugar con la luz apagada y un buen par de audífonos), es impresionante como cada media hora de juego que pasaba me preguntaba, como es que este tipo terminó aquí y no corrió apenas ver el tétrico edificio por fuera. Lamentablemente el motor gráfico Unreal Engine 3 ya tiene sus buenos años de trote así tampoco esperes los detalles más pulidos dentro del género en primera persona.
(Aquí un ejemplo de la experiencia Outlast por la gente de IGN)
Outlast te deja con un gusto semi-amargo pero con extrañas masoquistas ganas de mucho más, eso y una desensibilización tal que ya no tengo nervios para asustarme con nada que ocurra mientras estoy jugando el nuevo DLC de The Last Of Us, pero eso es harina de otro costal o reseña.
Por: Perro