Definitivamente, los mega recitales han llegado para quedarse en nuestro país… Hagamos memoria, aún no estamos tan viejos: todo comenzó en el no tan lejano -pero si caótico- 2010, cuando un publicitado Maquinaria Festival nos traía a headliners tan maravillosos como Incubus, Linkin Park, Pixies, y la gran carta bajo la manga: el esperado regreso de Zach de la Rocha y Tom Morello, los GRANDES Rage Against the Machine. De ahí en adelante, hay que reconocer que han llegado artistas de calibre y calidad (con evidentes excepciones, claro) para nosotros, expectante público capaz de juntar la plata como sea y, con toda la fe del universo, participar en todos los concursos posibles para poder obtener los preciados tickets que nos abrirán las musicales puertas de la felicidad.
El año pasado tuve la fortuna de poder ir a la primera versión local de Lollapalooza. La organización, salvo el caos de la entrega de entradas para quienes las compraron online, fue estupenda. El Parque O’Higgins, con toda su amplitud, se aprovechó maravillosamente: Los escenarios estaban bien dispuestos, los horarios se cumplieron al pie de la letra (hubo muy pocos atrasos y realmente mínimos, de cinco o diez minutos), puestos de merchandising y comida en muchos sectores, Kidz-a-palloza es una gran idea para los papis rockeros, el espacio se mantuvo (relativamente) limpio gracias a la iniciativa Rock&Recicle y había suficientes baños, para damas y varones. (NOTA: les recomiendo los baños de Movistar Arena: 100% limpios y vacíos ;))
La versión de éste año promete ser igual de buena que la anterior, e incluso pinta para ser mejor. La selección de headliners es buena y variada, y el resto de las bandas no lo hace nada de mal… O sea, ¿cuándo se va visto reunidos a Björk, Arctic Monkeys, Skrillex y Foo Fighters en el mismo espacio? Incluso, Kidz-a-palloza tiene grandes headliners para los niños y padres que van a disfrutar de una jornada de música en familia: 31 minutos, MC Billeta, Inti Illimani Histórico y Mazapán. Hasta eso va a estar bueno, como para ir a descansar un rato en el pastito antes de seguir rockeando por la vida.
Si, la experiencia es un poco agotadora, pero realmente es algo que vale la pena vivir. Si creen que la entrada es cara, calculen que $60.000.- (precio abono pre-venta por los días) divido entre todas las bandas que se presentarán en el festival, estarán pagando mas o menos $3.000.- por grupo, cosa que hace cada vez mas tentador el asunto… Y no es por hacer propaganda gratuita, pero si compran su entrada con el descuento de cierta compañía de telefonía móvil, cuyo logo es una esfera roja con letras blancas, sale entre $10.000 y $7.000 mas barata. Con lo que se ahorren, pueden comprarse una bonita polera oficial del evento 😀
Pueden revisar precios de tickets, packs turísticos, bandas que se presentarán, actividades, horarios y toda la información que se les ocurra en el sitio oficial de Lollapalooza Chile.
Quedan un poco mas de un mes para el gran día… ¿Ya tienen su entrada? ¿Están emocionados por ir? ¿Fueron a la versión anterior? ¡Cuéntennos todo en los comentarios!