¿A quién le ha pasado esto?: Te gusta tanto una película que la quieres ver una y otra vez, aprenderte los dialogos, parecerte un poco a sus protagonistas, alucinar con una vida con soundtrack y guión incluido y tener una que otra escena que te recuerde que eres especial. ¿Quién?
Cuando uno es más niño, se «pega» fácilmente con distintas cosas, especialmente con las películas. Recuerdo que una de las primeras con las que me pegué fue con La Cenicienta, «Cenicienta, lava y plancha , Cenicienta». Me arrendaron el VHS, yo la veía como 2 veces al día, y cada vez que tenían que devolverlo, suplicaba para que la re-arrendaran. ¿Cómo no amar a la asendosa joven? si la Cenicienta tenía una hada, zapatos de cristal, un vestido de ensueño y fieles amigos animalitos, que no sólo la acompañaban, estos hablaban!
Ahhhh andaba cantando «sala cadula, chanchi comula, bibi di babi di bu» (según yo), por todos lados, quería que mi perrita me hablara y que los pajaritos me ayudasen a vestir y los ratones diseñaran vestidos para mi barbie.
Después, crecí y me pegué con «Si el zapato ajusta» una especie de La Cenicienta Moderna (escribiendo esto, me doy cuenta que tengo algo con la cenicienta y lo relaciono automáticamente a la obsesión con la limpieza).
En esta versión, de carne y hueso, con un Rob Lowe como principe, me dejó cautivada. La grabé de la TV, en el VHS y claro… casi maté la cinta de tanto verla. Me encantaba la cenicienta de esta versión, no era una pobre huérfana que debía limpiar, acá era una gran diseñadora de zapatos y que cuando calzaba ese modelito plateado, se producía la magia… ella ya no era sólo la diseñadora, sino que era la modeloca de la empresa que trabajaba, fotografiando cada zapato que ella misma creaba, todo esto, gracias a la belleza que le daba la magia. De ahí que creo que los zapatos son mágicos y sí le sumo los rojos de Dorothi, uhhh soy la reina del universo.
Ahora que estoy más grande debo confesar que no estoy tan pegada como antes, pero sí tengo una peli, que hace no tanto, me dejó flechada: Pride & Prejudice, la adaptación del famoso libro de Jane Austen y dirigida por Joe Wright.
Estuve como 2 meses enganchada al máximo con Mr. Darcy y la personalidad terca de Elizabeth Bennet. Tanto así, que cada noche la veía. Me aprendí los diálogos y después de un tiempo, me los sabía tan bien, que hasta aprendí mejor inglés.
Y es que ese libro es cuna de esperanza para personas sin «acomodo social», como uno, que tiene lo suficiente para vivir pero «nica» asegura el futuro si no es a punta de mucho trabajo y esfuerzo. Sería tan «bakanoso» que se enamore de ti el loco más guapo, parecido a uno, inteligente, tímido y además, así como por añadidura, sea rico y rico. No me juzguen como interesada por favor, na que ver, uno ama sin importar a quien, pero si somos más honestos… pucha que sería osom que el niño rico rico se la juegue por uno, a lo más «Dama y Obrero». Esto es casi tan parecido a imaginar que te sacas la lotería, no se hagan.
[vsw id=»66scnTKeyYY» source=»youtube» width=»620″ height=»465″ autoplay=»no»] *En fin, esa fue la última película que me dejó así de pegada, aún no sale otra que me dejé tan cautivada al nivel de rayar el disco.
De seguro ustedes tienen sus tres amadas películas y no sólo eso, sino que también canciones, series, libros, comidas, etc.
¿Cuáles son las suyas? Cuenten, cuenten.