Salir del cine con la sensación de que no fue una pérdida de tiempo y dinero, ver la película sin mirar la hora a cada rato, involucrarse y disfrutar de un cine lleno de gente callada, que ríe donde tú ríes y comenta en murmullos las partes que lo impresionan, definitivamente no tiene precio y Iron Man 3 cumple totalmente esa premisa: parecía que no volaba una mosca en el día de su estreno.
Aunque sin duda, argumentalmente, es una de las películas más densa de la saga, es también la mejor, al punto que hacen olvidar lo flojo que estuvo el guión y el argumento en la segunda parte (no me mal entiendan, también lo pasé bien cuando la vi, pero no es lo mismo) Acá más que ser una película de Iron Man, era una película de Tony Stark, sus miedos y sus demonios, como él mismo los denomina al comienzo de la misma, cuando explica cómo llega a la situación actual.
Además, introduce la tecnología extremis. Para quienes no la conocen, puede leer también Iron Man Extremis, que aunque con unos pequeños cambios, queda bastante claro hacia dónde va. Hace que incluso las armaduras queden en el pasado, Sci Fi de la más pura y futurista cepa.
Pero, ¿de qué se trata?
El brillante empresario Tony Stark (Iron Man) se enfrenta contra un enemigo cuyo alcance no tiene límites, conocido sólo con el nombre de El Mandarín, el cual parece estar arrasando con todo y todos en Estados Unidos con la colocación de bombas que no dejan rastros que puedan servir en una investigación.
Cuando Stark ve cómo su vida personal queda destruida a manos de este enigmático enemigo, se embarca en una búsqueda para encontrar a los responsables. En este viaje verá cómo su temple se pone a prueba y consigue sobrevivir, confiando en su ingenio y su instinto. Durante su lucha Stark descubrirá la respuesta que le atormentaba: ¿El traje hace al hombre, o el hombre hace al traje?
Además, Tony Stark se enfrenta con algo que ni siquiera su experiencia como rehén en medio oriente pudo provocar en la primera entrega: padece de estrés post traumático, causado por su experiencia con los Avengers en Nueva York, lo cual le causa crisis de pánico y falta de sueño, entre otras cosas que debe aprender a superar. Detalles que lo conectan con un lado más humano, algo que es siempre de agradecer en una película de Superhéroes.
La sorpresa, la intervención de Pepper Potts en la trama. Aunque mantiene su rol básico de damisela en peligro, Pepper guarda algunas sorpresas interesantes, que sin renunciar a la esencia del personaje, son siempre de agradecer y necesarias en un siglo donde la mujer ya no es un simple secundario en la vida del héroe.
Es una película muy entretenida, la espectacularidad de los efectos especiales no deja indiferente y las secuencias de acción a ratos suprimen el aliento. El tiempo pasa volando y por favor, si tienen paciencia para quedarse hasta el final de los créditos, háganlo, la escena final aunque es cero aporte, resulta muy divertida.
Por: Akemi Oyanedel