Hoy nuestra estilosa con actitud es la cantante islandesa Björk.
Ella se destaca por experimentar con todo tipo de música, viviendo en una constante búsqueda de sonidos nuevos para extraerle belleza y plasmar con ella sus nuevos temas.
No es necesario escribir su biografía para dar constancia de su talento, porque ella, a sus cuarenta y tantos, sigue escribiendo historia con su música.
Björk, además de ser cantante, compositora y productora, también juega a ser actriz. Y es entendible, pues su vida se basa en interpreta.
Desde muy pequeña que sigo a esta cantante. La conocí con su video alegre «It’s so quiet» y me llamo la atención el colorido del video, lo alegre del tema y ella en si. Con esos rasgos orientales que para cualquier occidental es simplemente «china», su cara deslavada, su vestido simplón y sus zapatos masculinos (en ese video).
Luego fui conociendo más de ella y me cautivó su música, y sus vídeos me parecían cada vez más cautivadores. Sus cambios de peinados, sus atuendos excéntricos y apariencia misteriosa, fueron para mi adolescencia ejemplo vivo de lo que yo quería seguir.
Björk es un ser especial, todos lo saben y a través del tiempo su estilo ha ido cambiando pero manteniendo su esencia llena de des/construcción de la imagen de chica buena pero perturbada, casi como «el cisne negro».
En un principio nos cautivó con su pelo liso, descuidado casi que parece (o está) sucio.
Con gotas de brillo en los ojos de pedrería o fantasía.
También es clásico en ella el peinado de tomates y tomatitos.
Su maquillaje siempre ha sido muy simple pero adornado con piedras o con adornos pintados en su rostro.
El color es parte importante, y esa mezcla folk, chicha (por lo fluorescente), India, esquimal, la lleva en el escenario y en el día a día, con prendas muy holgadas.
En el escenario explota en color, el adornar su pelo, pintar su rostro y lucir vestimenta teatral muy extravagante. Siempre permitiendo a los diseñadores explayar su creatividad. Podríamos compararla con Lady Gaga en este punto, pero debemos ser justos y comparar a Gaga con Björk, pues esta islandesa lleva muchos años más encima de excentricidad escénica.
No Bjork, no todo lo que vistes nos gusta:
Es impresionante como Björk puede ser amada u odiada, creemos que es parte del encanto de chicas como ella, que se destacan del resto por su estilo muy poco común pero admirable y que muchas hemos tomado como inspiración para nuestros atuendos.