Doctor Who: Un Eterno Compañero, segunda Parte (final)

Por: Akemi Oyanedel (@kitsgeekychick)

Ya habíamos hablado del Doctor y sus adminículos, su nave, su desatornillador sónico, sus viajes y su carácter en la primera parte de está nota (leer aquí), pero él no sería nada y no podría salvar al mundo sin sus acompañantes o compañeros de viaje, aquellos que nos representan a nosotros, la humanidad toda, con sus defectos y sus aciertos.

Desde 1963 más de 35 actores y actrices han figurado en ese papel. Los compañeros originales del Primer Doctor fueron su nieta y dos profesores de escuela. Los compañeros del Noveno y Décimo Doctor fueron Rose Tyler (Billie Piper), y ocasionalmente Mickey Smith (Noel Clarke). Además de los anteriores, el Décimo Doctor ha tenido otros acompañantes: Martha Jones (Freema Agyeman), Donna Noble (Catherine Tate) y el undécimo Doctor (Matt Smith) con Amy Pond (Karen Gillan), Rory Williams (Arthur Darvill). La única excepción en la serie fue en The Deadly Assassin (1976) donde el Doctor viaja solo.

No es de extrañar que, cada cierto tiempo. Aparezcan antiguos compañeros del doctor en la nueva serie, es el caso de Sarah Jane Smith (Elisabeth Sladen) junto con el perro robótico K-9, apareció en un episodio de la serie de 2006, más de 20 años desde su anterior aparición en el episodio del vigésimo aniversario The Five Doctors (1983) En el episodio de 2006, tiene un breve enfrentamiento con Rose Tayler por celos, ya que Rose sentía que su sitial como fiel compañera (y por qué no decirlo, enamorada) se veía fuertemente amenazado por esta antigua amiga (y por qué no decirlo enamorada también) Sin embargo, las cosas se resuelven de forma graciosa y ambas terminan siendo muy amigas.

Enemigos del Alma

El Doctor tampoco sería nada sin sus enemigos. Cuando la serie comenzó lo primero que fue encargado por el ejecutivo es que no fuera un alienígena de ojos rasgados y piel verde, así es que en su lugar nacieron los Daleks, uno de los más clásicos enemigos del Doctor, cuya apariencia es más similar a un tarro de basura, que a un clásico alienígena gris.

Otro de los clásicos enemigos de Doctor Who, son los Cybermen, humanoides robóticos que conviven en una comunidad donde son una sola mente. Son de metal completo, sólo mantienen el cerebro humano que les permite comunicarse y cuando atacan una agresividad extrema, que es el único sentimiento que mantienen. Como dato curioso: los Cybermen creados en 1967, son la base de la creación de la raza Borg en Star Trek, incluso el motto resistirse en fútil, viene de este clásico enemigo del Doctor.

El siguiente, probablemente es el favorito después de los Daleks: The Master, otro Time Lord, que perdió la cordura tras un rito de iniciación y quiere controlar el Universo. Mientras el Doctor sana, ayuda, salva, The Master controla, domina y gobierna.

En el último tiempo, se han unido a la galería de enemigos algunos que pintan para ser clásicos, como The Weeping Angel, una estatua que mientras la mires sin pestañar, se mantiene con sus manos en el rostro en actitud de estar llorando. Sin embargo, si le das la espalda serás atacado y enviado a otra época o derechamente destruido. Su primera aparición fue en 2007 en el capítulo Blink.

Música

Una de las cosas que probablemente ha conseguido que el Doctor se quede en nuestra memoria es la música, compuesta por encargo en el año 1963, es considerada una pieza de música electrónica innovadora e importante, y Doctor Who fue la primera serie de televisión del mundo en tener un tema musical realizado completamente con instrumentos electrónicos.

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El tema fue compuesto por Ron Grainer y realizado por Delia Derbyshire en BBC Radiophonic Workshop, con la asistencia de Dick Mills. Se crearon varias partes a partir de repeticiones de una serie de notas de piano, osciladores y filtros. La adaptación de Derbyshire sirvió, con pequeñas ediciones, hasta el final de la 17º Temporada ( entre 1979 y 1980).

Actualmente el tema mantiene algunos compuestos electrónicos, pero se le ha entregado a grandes orquestas para su instrumentación, lo cual fue obra de Murray Gold en el año 2005. Es así como ha evolucionado, sin embargo, mantiene ese toque especial que poca música incidental de alguna serie ha conseguido, quedarse en las mentes de quienes las escuchan, como una pieza reconocible e inseparable de la serie.

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Si tiene la posibilidad de ver la serie, es muy recomendable y aunque las nuevas temporadas sean una especie de reboot de la original, conservan toda la esencia que se viera por primera vez en esa ya alejada primera vez, cuando el Doctor Misterio se apoderaba de los televisores de algunos afortunados fanáticos de la TV en los 70. Le aseguro no se arrepentirá.

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