Estuve en el concierto que realizó Damon Albarn en Chile, en el teatro Caupolican, y puedo decir con todas sus letras que fue E S P E C T A C U L A R.
No! Foster no me auspicio ni nada, me gusta la música de Damon de verdad.
El concierto empezó a eso de las 21 horas, no había mucha gente y el espacio pequeño del teatro Caupolican ayudó a que los asistentes vieran bien el escenario de todas partes sin estar apretujados.
10 o 15 minutos después de comenzado el show, Damon detiene todo diciendo que volverán a salir, pero que antes deben arreglar la barrera.
Yo estaba más atrás, así que no entendía mucho qué «mier…» pasaba adelante, solo sé que fueron como 20 minutos, eternos, de espera entre martillazos y luces prendidas que dejaban ver lo feo que son los teatros a la luz de la realidad.
Todo el mundo ahí estaba enojado, esperando ver un show sin interrupciones, pero bueno, la producción y el teatro debieron haber revisado bien todo antes de comenzar.
En fin, se reanudó el concierto y pudimos disfrutar de las canciones de este artista inglés, que en su búsqueda musical, experimenta con sonidos profundos y depresivos a veces.
Todo fue muy intimo, Damon estuvo más expresivo y cercano al público, habló más, «leseó» más, se notaba que estaba contento y disfrutaba ver un publico conectado con su música, especialmente con su nuevo disco. Esto en comparación con el concierto de Blur, donde fue mucho más masivo, mucha gente y grupies (como yo, only because of the music, of course) y donde claramente estaba incomodo con tanto acoso.
Me recordó un poco el concierto intimo de Pulp que se hizo en la mini-cúpula del parque O’higgins, dónde tocaron TEMONES que rara vez cantan en vivo, hablando con la gente y todo…
Cuando «terminó», la gente ni se movió, sabíamos que venía más, y ahí fue que Damon salió al escenario bebiendo y diciendo ¡salud!, para cantar End of a Century, solo acompañado de su piano y una melancólica trompeta. Ufff!, se me erizaron los vellos de la piel, fue un momento único, jamás había escuchado esta canción así, tan personal (y eso que tengo muchos discos en vivo de Blur donde tocan este tema).
Emotivo total. Que pena que no la grabé, estaba tan conectada que no podría más que disfrutar.
Luego todos alucinaron con Clint Eastwood, de Gorillaz, con un artista invitado cantando y motivando a todos
Si con esto nos tenía con una sonrisa de oreja a oreja, Damon se pone un gorro de elefante, que el mismo consideró bien fálica su forma, anunció que tocaría «in Chile, obviously» (Injili vocablo en swahili para la palabra «gospel»), con ukelele y todo tocó Mr Tembo, la canción dedicada a un elefantito que fue rescatado en Tanzania y que acompañaba a la gente ver programas cristianos.
Obviamente en el coro todos cantaban IN CHILE.
Todo terminó con Heavy seas of Love, con todos los músicos felices y un publico aun más llenos de felicidad al ver un show tan personal.