Suena extremo, pero sí, es posible que «te activen la celulitis».
Verán, las cifras conocidas son que 1 de cada 10 mujeres NO TIENE celulitis, las otras 9 luchan día a días para eliminarla.
Hace un tiempo pertenecí al glorioso 10%, pero un día una amiga que estaba estudiando Estética integral (o algo así), me pidió que fuera su modelo para realizar los ejercicios prácticos en clases. Cada una de las alumnas tiene clases teóricas y luego las prácticas donde deben llevar a una mujer para hacerles los masajes y tratamientos que van aprendiendo.
¿Qué me dijeron?, yo acepté encantada ser su conejilla de indias, que relajante que te masajeen, te hagan tratamientos anticelulitis y reductores gratis.
El problema
El problema es el siguiente: para que un tratamiento sea efectivo, es imperativo realizar una serie de sesiones, que van desde 6 a 12, dependiendo de la necesidad de cada persona. Porque en las primeras sesiones lo que se hacen, es «soltar» la celulitis o adiposidades, sacarlas a la luz para drenarlas en las sesiones siguientes. Si alguien comienza un tratamiento y lo deja en la mitad, sólo verán que su piel empeora, no porque el tratante lo haga mal, sino porque ese es el proceso.
Es como los tratamientos antiacneicos, estos en un principio hacen que broten todos los granitos que están sin salir a la luz aún, de una sola vez para luego ir sanando la piel, que esta limpiándose.
Así mismo es con los reductores y anticeluliticos, primero se saca a la superficie toda la grasa y celulitis para después ser eliminada.
Las primeras sesiones sacan a la luz toda la celulitis.
Yo no tenía una celulitis visible, pero el haber sido conejillo de indias, significaba ir de modelo a UNA CLASE, por lo tanto me hicieron UNA sesión que tenía por propósito sacar a la luz toda la celulitis. Y ahí quedé. Con la celulitis a la luz.
No me he repetido el tratamiento para completarlo porque me traumé, al estar presente en las clases, escuchaba lo importante que es realización correcta y completa de los tratamientos. Cada uno, ya sea anti celulitis o reductor, tienen pasos y cantidades de movimientos específicos que si no son realizados en orden y con dedicación solo lograran un mal resultado.
Miedito
¿Por qué me da «miedito»? Porque no es barato y porque trabajo en horario de oficina, mi tiempo para cualquier tratamiento es después de las 20hrs. y los lugares que atienden hasta más tarde, por lo general consideran las 20 horas como último tratamiento de la jornada, y lamentablemente las chicas que trabajan, en general, hacen apurado el trabajo para salir a la hora, es más, desean con todas sus fuerzas que no llegue la tratada para salir antes.
Sí, parece una acusación grave, pero es una pena que el 85% de las veces que he ido a la manicure, la peluquería, depilación, SIEMPRE hacen «a la rápida» lo que sea que deban, porque quieren irse a la hora.
Yo entiendo que una persona quiera salir del trabajo en el horario que corresponda, pero en el caso de estos lugares, encuentro «falto de criterio» recibir a una clienta a una hora determinada sin considerar el tiempo que significa tratarla y después dejar ordenado. Si el último turno de una persona indica que el horario de salida es a las 21 horas, señores dueños del lugar, NO PUEDEN DAR HORA A UN TRATAMIENTO sin calcular el tiempo de sus trabajadoras. Y trabajadoras, ustedes son profesionales, hablen con sus jefes porque no es culpa de la clienta que ustedes comiencen un tratamiento tarde…
En fin, como decía, en las clases que asistía como oyente/conejillo, escuchaba la explicación de las profes y siempre hacían énfasis en que un tratamiento de este tipo tiene un ritmo continuo y no veloz de los movimientos que se realizan, si hacen menos o se saltan movimientos específicos, el resultado final no será el esperado. Por lo tanto, si voy apurada por mi horario creo que lo harán mal.
No sé ustedes amigas, pero si tienen celulitis o quieren realizar un masaje reductivo, infórmense antes, vayan con tiempo y, lo más importante, TERMINEN EL TRATAMIENTO, vayan a todas las sesiones o si no, quedarán más sueltas o más celulientas de como llegaron.