Con la proliferación de plataformas digitales que se encuentran en el corazón del funcionamiento de industrias como el entretenimiento, la banca, el transporte, la construcción e ingeniería e incluso los servicios gubernamentales, los programadores de software/código se han convertido en profesionales altamente demandados. En las economías avanzadas, más de la mitad de estos programadores ya no trabajan en firmas especializadas en tecnología, sino que en las demás industrias.
El concepto de estudiar en la actualidad no es el mismo que hace 20 años, así como tampoco es igual la demanda de talentos y carreras profesionales por parte de las empresas. Es que actualmente todos los aspectos de la vida están teñidos de tecnología.
Según el informe LAC2025 América Latina y el Caribe del BID, para 2025 Buenos Aires, Montevideo, San José, Ciudad de México, Guadalajara, Bogotá, Campinas, Sao Paulo, Córdoba y Santiago serán polos importantes de desarrollo de software y tecnologías de la información lo que empleará a más de 1.2 millones de personas en América Latina.
Esto generará la necesidad del aumento de especialistas, con lo cual los bootcamps se transforman en una herramienta necesaria para la formación y capacitación de una nueva generación de profesionales, gracias a que son programas de entrenamiento intensivo en tecnologías digitales con una duración aproximada de 3 a 6 meses, que están siendo ofrecidos por startups innovadoras del ámbito educativo, ya sea para la actualización y reentrenamiento de trabajadores, o como alternativa o complemento para jóvenes que buscan cursos técnicos y universitarios.
“Estos campos de entrenamiento en programación y habilidades digitales tienen algunas ventajas por sobre las carreras universitarias, como puede ser su duración, dado que se trata de cursos más cortos, su enfoque, por los módulos netamente ligados a lo que se estudia, y su modalidad, con la característica de que suelen ser más prácticos que teóricos. Por ende, las áreas de Recursos Humanos se disputan cada vez más a los desarrolladores de software, ingenieros, científicos de datos y programadores que pasan del mundo estudiantil al profesional”, explica Sebastián Buffo Sempé, cofundador de Le Wagon Latinoamérica.
Le Wagon, uno de los bootcamp de programación más reconocido a nivel mundial, desembarcó hace unos años en Latinoamérica con el objetivo de llevar habilidades digitales a la región y hacerla crecer en este sentido.
“De repente, todo el mundo me empezaba a preguntar sobre el bootcamp, así que ahí fue cuando dije: tengo que traerlo a Latinoamérica, hay mucha gente a la que le cambiaría la vida y no puede acceder a hacerlo en Europa. Y con el tiempo la experiencia de los alumnos de Le Wagon demuestra un alto índice de inserción laboral en empresas tecnológicas, un universo que sin las habilidades adquiridas en los cursos les hubiese resultado difícil explorar”, añade Sebastián Buffo.
En Estados Unidos, más del 70% de las empresas que los han contratado están satisfechas con el desempeño de los graduados de bootcamps, y están de acuerdo con que su desempeño está a la par de un egresado universitario en ciencias de la computación. El 12% de esas empresas indica que los graduados de bootcamps tienen desempeños superiores inclusive. Y el 99% por ciento afirma que planea seguirlos contratando.
En tanto, si bien los bootcamps de programación son espacios innovadores en el universo educativo, eso no significa que no puedan ir de la mano de la formalidad laboral. Todo lo contrario. Los talentos que surgen de allí son los más requeridos por las empresas y eso se ve reflejado incluso en las condiciones que les ofrecen para trabajar en sus puestos.