La empresa chilena Bacuplast está trabajando en implementar tecnología y ecodiseño, para evitar que el plástico que utilizan, termine siendo un desecho. Te mostramos ejemplos de este trabajo.
Anualmente, en Chile se generan 51 kilos, por persona, de plásticos desechados, esto de acuerdo al estudio The Plastic Waste Makers Index, realizado por Mideroo Foundation. Esta cifra es una de las más altas a diferencia de otros países vecinos, ubicándonos en el puesto número 11 de los 100 países considerados en este estudio.
A esto se suma, que según cifras del Consorcio Santa Marta, el consumo de plástico ha aumentado un 50%, en los últimos 15 años.
Por esto, Bacuplast es una empresa de fabricantes chilenos que, mediante su proceso de inyección de plástico, apunta a trabajar con plástico nuevo y reciclado y convertir este material en artículos duraderos, de calidad y resistentes, dándoles una vida útil y aportando con la descontaminación de este tipo de residuos. Con ello, Bacuplast desarrolla un sinfín de artículos como artículos de menaje como platos, fuentes, entre otros utensilios. Durante la pandemia también desarrollaron el D2One, un pulsador que sirve como extensión de las manos, lo que evita el contacto con superficies de alto tráfico.
Para este año, la empresa utilizó más de 250 toneladas de materiales reciclados, equivalentes a 80 millones de tapas de botellas, 15 mil contenedores de basura de 120 litros cada una, 100 jabas de bebida y 40 mil pallets plásticos. También, la compañía ofrece fabricar productos personalizados, con colores y logos si así lo desea el cliente, ya sea con material reciclado, pero también nuevo.
Giovaninno Baselli Fernández, representante de la marca, explica que el proceso de trabajo de Bacuplast, se basa en la inyección de plástico, para lo cual han incrementado su tecnología y promovido el ecodiseño, con el fin de que, lo que se produzca, sean artículos duraderos, que se mantengan en el tiempo y no terminen como desechos, que dañen el medioambiente.
En el último período, Bacuplast realizó una importante inversión en maquinaria para su Departamento de I+D de Ecodiseño, de modo que sigan generando artículos diseñados para tener una vida útil eterna y así evitar que se vuelvan desechos.
“Cualquier producto que el cliente requiera lo puede desarrollar con plástico, ya sea nuevo o reciclado, y la duración puede ser incluso para toda la vida. Para muchos es algo difícil de creer, pero con los desechos se pueden realizar artículos con la misma calidad que el plástico nuevo y las opciones son infinitas. Hoy el cliente viene con una idea y comenzamos el trabajo”, agregó Baselli.