De acuerdo a una encuesta realizada por el Pew Research Center, gran parte de las personas que puede trabajar desde casa, prefiere continuar con esa modalidad, lo que implica un desafío tanto para las empresas como para los colaboradores.
Los altos niveles de vacunación que se han alcanzado en Chile y a nivel mundial, han permitido que de a poco las personas puedan retomar sus actividades con mayor normalidad, después de dos años con diversas restricciones de movilidad. Si bien, los estudiantes han retomado la presencialidad en sus establecimientos, muchos trabajadores aún continúan realizando sus labores en formato híbrido o completamente telemático.
La flexibilidad laboral habría llegado para quedarse, como así lo afirman diversos estudios, como en el caso de la encuesta realizada por el Pew Research Center, que arrojó que un 60% de los colaboradores cuyos trabajos puedan realizarse desde el hogar, prefieren seguir haciéndolo desde ahí, la mayor parte del tiempo o de forma permanente, incluso si la pandemia termina.
Asimismo, una encuesta realizada en Chile, de forma online, por la consultora de recursos humanos Randstad, indicó que un 58% de los trabajadores prefiere un modelo que les permita realizar sus labores de forma híbrida, mezclando dentro de su horario visitas a la oficina, pero también teletrabajo. Además, dentro de la misma pesquisa, un 31% confirmó que prefiere trabajar completamente de forma remota, dejando en tercer lugar la alternativa de retornar presencialmente, con solo un 11% de las preferencias.
Productividad en tiempos de teletrabajo
Este escenario abre un nuevo paradigma para las empresas, para asegurarse de que estas nuevas formas de trabajar no impliquen bajas en la productividad. Pero, ¿Es esto posible? Según expertos, esto es absolutamente viable, incluso aumentando los niveles no tan solo de productividad, sino que también de compromiso.
Así lo confirma Pablo Rioja, CCO de SAWA, software integral de Incentivos y Reconocimiento, indicando que: “el trabajo remoto permite evitar horas y costos de traslado que ayudan a que este pueda ser más eficiente, impactando positivamente en el bienestar de los colaboradores. Sin embargo, esto sólo sucede si las personas están con un alto nivel de motivación y engagement. Eso sí, junto a esto, los mayores problemas del trabajo remoto es la dificultad para generar vínculos personales, factor que es muy importante para el compromiso ya que somos seres sociales, y la dificultad de innovar y colaborar a través de medios exclusivamente digitales es un hecho. Por ello, un formato híbrido permite rescatar estos elementos, siendo crucial el mantener una comunicación fluida con herramientas de alineamiento y motivación remota constante, como lo son los programas de incentivos y reconocimiento”.
Para las personas que trabajan en sus hogares, desde SAWA, indican que estos programas son una buena alternativa, al estar alineados con los indicadores clave que gestionan las personas, entregando estímulos y avances constantes. “Los programas de estímulos y reconocimiento permiten motivar a las personas de manera segmentada por cargo, área, desempeño, adherencia, etc. Es importante que sean lúdicos e incorporen elementos de gamificación para que logren cautivar la atención e impulsar la participación de los colaboradores”, afirma Pablo Rioja.